Magaly Vera
Es
patético ver como hasta ahora los ex congresistas que condujeron a nuestro país
a este caos, no asimilan su actual situación: ¡Congreso disuelto desde el lunes
30 de setiembre! y no por culpa como indican de un dictador, sino porque
hicieron méritos en merecerlo.
Como dice
el refrán “guerra avisada, no mata gente” y Vizcarra avisó el viernes mediante
el Premier del Solar que lo haría; y no solo eso, sino que además se apersonó a
uno de los programas con mayor sintonía en señal abierta Cuarto Poder
para indicar que lo haría si le denegaban la confianza.
Repasemos
la secuencia para los que no la tuvieron clara:
- El Premier Salvador
del Solar se presentó ante el Congreso y presentó Cuestión de confianza para
cambiar el sistema de elección en el Tribunal Constitucional. Previo a ello se
le impidió su ingreso al hemiciclo pese a que tiene tal facultad amparada en la
Constitución.
- El presidente
del Congreso Pedro Olaechea hizo caso omiso a tal petición y se continuó eligiendo
a los miembros del Tribunal Constitucional, lo que se tomó como una negativa de
confianza.
- Acto seguido se
produce la crisis total del gabinete viéndose el Premier obligado a renunciar
con todo su equipo. Lo cual fue realizado siguiendo el restricto orden constitucional.
- A las 5:30 p.m. El
presidente dio Mensaje a la Nación indicando la disolución del Congreso,
inmediatamente procedió a juramentar al nuevo Premier: Javier Zeballos y conjuntamente
con él procedió a firmar el Decreto Supremo 165-2019 PCM que disolvía el
Congreso y convocaba a nuevas elecciones, documento que inmediatamente fue llevado
al diario El Peruano para su publicación y oficialización.
- Paralelo a esto, y al percatarse de su mal accionar, los ex congresistas dieron su voto de confianza. Al notar que ya era demasiado tarde, proceden a suspenderlo por doce meses (sin encontrar artículo alguno en la Constitución para hacerlo) y a juramentar a la nueva “presidente” Mercedes Araoz. Pero ojo, ya ese parlamento no existía. Hicieron un papelón en vivo frente a todo el Perú. La magia de la televisión hace que todo pueda ser contrastado simultáneamente en sus horas y minutos.
Tanto poder los obnubiló y pensaron
que el presidente ninguneado por ser provinciano (estuvo de relleno), al que
citaron dizque para conversar en la Catedral (en modo arrodillado como su
predecesor), al que tildaron de rojo, incapaz, cobarde etc. Via tuits, en
conferencias de prensa, con sus fujitrolls; no tendría las agallas para
hacerlo. Felizmente se equivocaron.
Estos tres años sólo se
dedicaron a bajarle las llantas al de turno, a mostrar su poderío naranja aunados
al pañuelo blanco y otros adláteres, y a acaparar el poder judicial; quizás
porque ya avizoraban que luego pasarían a la fila de los acusados. Blindaron jueces,
fiscales (Chavarry, Hinostroza) etc. De dudosa reputación sin remordimiento
alguno, hasta se auto blindaron ya que crearon una Comisión de ética que de ética
sólo tenía el rótulo. Pudiendo con tal poderío hacer leyes o proyectos que
beneficien a nuestro país. Pero no, prefirieron interferir en la SUNEDU,
tirarse abajo el proyecto educativo de igualdad de género y hasta de educación
sexual, siendo esta falencia la mayor causal de embarazos precoces.
Hicieron gastar millones en
investigaciones solo para limpiar a sus líderes, pero Barata y la delación
premiada están develando que no eran angelitos como nos quisieron hacer creer
la Comisión Lava Jato presidida por Rosa Bartra.
Frente a todos estos
acontecimientos en donde cualquier conversación era grabada y presentada fuera
de contexto, sólo para mancillar honores. No olvidemos que fue Keiko quien citó al presidente y luego intentó sugerir que había sido impuesto con
la venia de ellos y que por lo tanto era uno más. Tampoco olvidemos como quisieron
imponerle una agenda e incluso a su equipo congresal. Con esas
condiciones ¿cree Ud. que se podría mantener una conversación alturada? La única
salida que quedaba era la del adelanto de elecciones que fue planteada por el presidente
en su discurso del 28 de julio.
Tuvieron dos largos meses para
evaluar lo que harían y optaron por seguir demostrando su poderío. El tiro les salió
por la culata porque hasta el peor escenario fue evaluado por Vizcarra y su
grupo de asesores, quien al parecer ya tenia redactado el Decreto Supremo. Simplemente,
los madrugó y ganó por astucia ya que los seres que actúan mal, son predecibles.
Ahora quieren hacerse las
víctimas al indicar que lo del lunes fue un golpe de Estado, que Vizcarra es la
reencarnación de Hugo Chávez, que es rojo, etc. Ya no saben que disparates
inventarse para intentar desprestigiarlo. Tal comparación no a lugar porque a diferencia de Chávez, él no intenta perpetuarse en el poder, él dijo: me voy
con ustedes, pero no quisieron.
Si notaron, toda la prensa
estuvo a favor de los congresistas, sólo repase los titulares de los diarios
(pertenecientes al grupo el Comercio), unicamente el diario La República, blogs,
redes y la calle misma apoyaron al presidente en su decisión. Federico Salazar escribió
artículos en su contra, Mijael Garrido entre otros hasta firmaron un documento
declarando la inconstitucionalidad del cierre.
Lo que les queda a los
fujiapristas es homogeneizar su discurso de golpe dictatorial. Noten como
Olaechea o Rosa Bartra intentar hacer creer a la prensa extranjera que ellos continúan
en labores y que Vizcarra fue suspendido. En su imaginación, para ellos el
presidente es Olaechea frente a la renuncia de Mechita. A propósito, siguen
insistiendo con que se nombre como nuevo miembro del Tribunal Constitucional al
primo de Olaechea: Gonzalo Ortiz de Zevallos, elección que por cierto no fue
concluida por dos impugnaciones: una de María Elena Foronda quien no voto, pero
cuyo voto apareció registrado; y por la reconsideración solicitada por Patricia
Donayre.
A estas alturas ya todo esta
consumado: las fuerzas áreas, policiales y altos mandos del ejército
respaldaron al presidente Vizcarra, lo mismo hicieron los gobiernos regionales,
grupos culturales y la calle misma. Todos salieron a felicitar al presidente
por tener las agallas de hacer una purga congresal.
Tenemos un presidente: Martín
Vizcarra, una comisión permanente presidida por Olaechea y un nuevo gabinete
que acaba de juramentar, con personajes de gran trayectoria pese a su juventud
como es el caso de la nueva ministra de Economía, María Antonieta Alva, de 35
años a la que muchos tildan de inexperta, cuando ya quisieran tener la
trayectoria suya y con una Maestría en Harvard. Imagínese tal insulto a su capacidad,
si querían a Keiko, sin experiencia laboral alguna, de presidente. En fin.
Nuevos vientos llegaron, y la tarea
que le dejamos a nuestro presidente es que nuestra lucha no sea en vano. Ya no
tiene a los obstruccionistas y la tarea nuestra pendiente es: en enero 2020
elegir bien a nuestros nuevos padres de la patria. No podemos darnos el lujo de
tropezar otra vez con la misma piedra.
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