Magaly Vera
Es la pregunta que nos
hacemos los empresarios que comercializamos el producto y que debiera
beneficiar a los consumidores finales. La pregunta es debido a que antes de la
pandemia el cemento Andino se producía en Tarma y era el traslado a Lima S/. 2.59
por cada bolsa (lo que denominamos servicio de transporte o flete) lo que
incrementaba su costo, pero ahora se produce en Villa María del Triunfo al
igual que el cemento Sol, lo cual debería disminuir considerablemente el precio
de su venta ya que ahora es solo S/.1.05 lo que se le adiciona.
Este cambio ya se
avizoraba desde que las empresas Cementos Lima S.A.A. y Cementos Andino S.A. se
fusionaron en Unión Andina de Cementos A.A.A. (UNACEM), en setiembre del 2012.
Eso ya era un indicador que en algún momento la planta de producción se
trasladaría a Lima porque que está más cercana a otras fuentes de materia prima
como el puerto del Callao.
Sin embargo, nada de
eso ha ocurrido. Por el contrario, hasta los conductores de tráileres se han
visto perjudicados.
No olvidemos que durante
esta pandemia los grandes beneficiados por el no cobro de peajes, fueron las
empresas transportistas, de entre las que destacan justamente las de transporte
de carga de cemento; beneficio que se trasladó a los dueños, no a los
trabajadores, que en muchos casos se les paga por viaje y no por planilla.
Antes del cambio de
planta, los conductores podían cobrar aproximadamente unos S/.200.00 (doscientos
y 00/100 s soles) por cada viaje a Tarma, mientras que por los de Villa María
del Triunfo apenas unos S/.70.00 (setenta y 00/100 soles) aproximadamente. La
diferencia es que antes hacían unos tres viajes por semana a provincia y ahora
apenas si logran hacer unos tres viajes en Lima por las largas colas por
control de sanidad y baja productividad de las plantas (laboran con mitad del
personal). Haciendo el cálculo, se notará que son los trabajadores los que han
salido más perjudicados y como no hay muchas empresas de ese rubro, pues no les
deja más opciones que aceptar esas condiciones semi esclavistas porque incluso
no hacen los intervalos de cambio de chofer por cada 6 horas como exige la ley.
Felizmente, no todas las empresas empleadoras incumplen tal reglamento.
No esperamos que
UNACEM S.A.A. nos den una explicación del por qué aún no baja el precio, ya que
es política de toda empresa minimizar costos e incrementar utilidades y esa es
la premisa que manejan bien; pero dado que muchos usuarios desconocen estos
cambios, esperemos opten por otros productos de la competencia como el cemento
Quisqueya uso estructural que ya desde este mes agregó a su logo el “Tipo I”,
con lo cual compiten al mismo nivel que el Sol Tipo I y Andino Tipo I.
Si uno creía que el
precio determina la calidad, craso error. Los precios de venta se determinan
haciendo las cuentas del costo de producción más los gastos de operatividad y
los precios de la competencia. Y debido a que su demanda no ha disminuido y que
las encuestas de parte, determinaron que dicho traslado no era un dato
relevante para el cliente por su buen posicionamiento de nombre en el mercado,
no se han visto obligados a bajarlo.
Esperemos que esa tendencia
cambie y
como bien dicen: sea el mercado mismo el que regule los precios.