Magaly Vera
No, definitivamente no. ¿En qué me baso al decir eso? en que lo que más
espanta a los inversionistas es la inestabilidad jurídica y eso, no es problema
que aqueje a nuestro país: Tenemos un presidente, que los expectorados intenten
hacer creer que aún están esperando el fallo del tribunal constitucional para
reestablecerle sus cargos y funciones, es otro tema. Debo pensar que es efecto
febril producto de estar sin trabajo, sin remuneración, sin cargo, sin poder, resguardo
policial, sin fujitrolls etc. Pero ya no hay vuelta atrás. Sólo están los de la
comisión permanente (los titulares) sesionando e intentando dar pataletas de
ahogado ya que ahora si quieren el adelanto de elecciones generales. A estas
alturas, ya sus disparatadas respuestas solo causan hilaridad.
El riesgo país tras lo ocurrido según JP Morgan, ha sido uno de los más
bajos de Latinoamérica, lo cual es buena señal: solo un 1.10 puntos
porcentuales. Fuente: https://gestion.pe/economia/riesgo-pais-de-peru-bajo-seis-puntos-y-cerro-en-110-puntos-porcentuales-noticia/, el tipo de cambio del dolar se ha mantenido durante
todo este periodo con ligeras alzas y bajas, nada trascendental.
Que la Confiep no haya dado su respaldo al presidente Vizcarra no
significa que el empresariado no haya apoyado tal decisión. El lunes 30 de
setiembre, la algarabía del cierre unió a todos: microempresarios, estudiantes
de diferentes universidades, gremios, sindicatos, grupos culturales etc. Una
élite no determina el sentir popular, como tampoco el llamado del cardenal
Cipriani representa a la comunidad católica, prueba de ello es que el cardenal
Pedro Barreto y el presidente del Episcopado Miguel Cabrejos, opinen lo
contrario.
Las inversiones en obras públicas siguen su curso normalmente. En el
portal OSCE se puede visualizar que las fechas de licitaciones no han cambiado.
Tenemos un nuevo gabinete que tiene serios problemas, pero no por lo
ocurrido, sino porque reciben la herencia de la anterior: movilizaciones
antimineras en varios departamentos que a su vez paralizan otros rubros.
Felizmente el presidente ha tenido el tino de elegir una variedad singular:
juventud y experiencia de unos, combinado con personajes políticos como es el
caso del ministro de cultura que viene del ala naranja. Demostrando que si se
puede trabajar con quien lo desee.
El caso de la ministra de Economía es emblemático porque es un personaje
inmaculado que cree tanto en el neoliberalismo como en el comunismo, que no
es malo porque de ambos extremos se aprende siempre algo nuevo; sólo que su
sinceridad asusta a muchos y sus declaraciones inocuas la usan como pretexto
para pintarla de rojo terrorista. Nada más descontextualizado ya que ahora
intentan hacernos creer el viraje de Vizcarra a la izquierda y a la de Chávez.
A estas alturas hasta me parece un mal chiste porque frente al éxodo
venezolano, pues no hay nada mas espantoso que parecerse al chavismo. Ahora
hasta Veronika Mendoza tilda de dictador a Chávez y Maduro.
El ministro de agricultura y riego me causa mucha expectativa debido a
su formación académica y desempeño en la misma, lo mismo el ministro de
energía y minas quien tiene la labor de contrarrestar las movilizaciones
internas y repotenciar la inversión minera con EIA (estudios de impacto ambiental) correctos.
La designación de Flor Pablo Medina como ministra de educación es una reivindicación
a la política educativa implantada en la anterior y es como una bofetada al
movimiento No te metas con mis hijos: El tema de género se impone a ideas
retrogradas y se da cobertura al tema de educación sexual tan satanizada estos últimos años, pero tan necesaria para evitar la cantidad de embarazos precoces en los colegios. La SUNEDU seguirá haciendo su labor fiscalizador en las universidades.
Así que no hay nada que temer, porque incluso Vizcarra no
postulará el 2021 (el gran temor de los fujiapristas) y tiene la gran labor de
sacarnos adelante sólo con Decretos de urgencia. Y si durante estos cuatro
meses hace alguna ley que no es correcta, pues en enero 2020 el nuevo Congreso
tiene la facultad de anularla o modificarla ¿hay algo que temer? Nada.
Lo que ahora tiene que afrontar es la corrupción
enquistada bajo nuevos rostros ya que está demostrado que no es propia ni de la izquierda ni
de la derecha: Tanto Villarán como la DBA peruana han recibido dinero manchado
de Odebrecht.
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