Magaly Vera
Es fácil poner el slogan “Yo me
quedo en casa”, con la despensa llena y echar la culpa de la extensión de la
cuarentena a los que infringen la ley. Pero se ha puesto a pensar en todos
aquellos que no tienen casa, acceso a luz, agua, desagüe y viven de lo que
consiguen el día a día. Eso me hizo recordar la canción de Callejón de un sólo
caño y aunque no lo crea, aún hay sitios en plena Lima en donde esa
descripción de pobreza es exacta, donde usan silos: esos huecos excavados para depósito
de excremento y orín, a la cual apaciguan los hedores con cal. Si eso ocurre en
la Lima de cielo gris, imagínese lo que ocurre en el interior del país.
Sin ir muy lejos, en Chongos
Bajo, Junín, hay zonas en donde recién les han instalado el desagüe y no por
gracia del alcalde, sino por la perseverancia de un grupo de vecinos. Y obvio,
a la inauguración fue el alcalde agasajado, indicando que dono de su pecunio
algunos tubos. El estudio de factibilidad y demás planos, los hizo el pueblo.
El pretexto que usaba para zafarse de la insistencia, era que no había
presupuesto. Sin embargo, se ve que devuelven dinero al Estado por falta de
proyectos. ¿acaso no sabía que la prioridad es luz, agua y desagüe? ¿hay postas
por esa zona? ¿cuenta con una comisaría? O al menos algo parecido: No. Y eso,
se repite en diversas zonas.
Y adivinen a donde van por agua
algunos, en la sierra aún pueden cavar los famosos pozos de agua y proveérselos
ellos mismos, pero en los cerros de zonas urbanas, tienen que bajar por agua a
las zonas bajas y a diario ya que no hay cisterna que suba esos cerros que
colindan con las nubes. Lavarse las manos después de cada salida, suena a sarcasmo. A eso se suma que vivan el hoy con lo que obtengan:
vendiendo lo que sea. Y si tienen que salir al día siguiente, es porque apenas
consiguieron fondos para un día no por ser suicidas en potencia. Todos tememos
morir.
Súmele a eso que muchos no hayan
sido bendecidos con el bono de S/.380.00 por no tener D.N.I. o no tener
acceso a alguna plataforma por no saber leer, en otros casos a la pésima
gestión en distribución de víveres de muchos alcaldes. Deberían haber empezado
por las zonas identificadas con mayor riesgo. Pero, como siempre, eso depende
cual es el mayor riesgo para ellos: el de los votantes no el de los necesitados. Ni que decir del costo
de la canasta que debiera ser S/.80.00. Vean la gran diferencia de precios
entre uno y otro municipio. De algunos fue tan descarado que, al notar la
rápida reacción de los pobladores en medios digitales, no tuvieron de otra que
sincerar los precios aduciendo error en lo publicado.
Referente a la ironía que son las
mujeres (por las imágenes vertidas en los mercados) las que generan más caos
que los varones, puedo decir que solo en el escenario llamado Mercado de abasto.
Pero no es porque sean locas y se expongan al contagio de forma temeraria. Son
muchos los factores que hacen que tengan ese comportamiento:
* El mercado nunca ha sido reino de
los machos.
* Perú es un país con férreas
creencias religiosas, así tenemos a católicos, evangelistas etc. Cuya Biblia es
el Amen y dice lo siguiente:
Timoteo 2:12 “Que la mujer
aprenda calladamente con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe ni
ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada. Porque Adán fue
creado primero, después Eva”.
Es decir, se impone la sumisión
con sutileza. Hasta ahora las mujeres han sido y siguen siendo criadas para
atender tanto al esposo como a los hijos, por eso son las que hacen las
compras. Vean la gran diferencia entre la cantidad que compran los varones (con
lista en mano y hasta con precios muchas veces porque fue su primera vez) con
la que compran las mujeres. No en vano el movimiento “no te metas con mis
hijos” tiene gran aceptación que incluso han logrado colocar varios
congresistas por el arrastre que tienen sus ideas retrogradas.
* Otro detalle a tomar en cuenta es
que muchas mujeres salen porque no hay varón en su casa, son madres solteras o
con maridos ausentes.
* La miseria en la que viven muchas
familias hace deducir que muchos hogares no posean refrigeradoras por lo cual
se ven obligados a comprar diariamente.
* El caso de las ancianas es
inaudito debido a que muchas son abandonadas por sus propios hijos a su suerte.
Es aquí cuando la solidaridad debería hacerse presente.
* No trabajan un día, no tienen para comer. Así que antes que comprar primero de seguro venden lo que pueden y luego, recién compran lo que su exiguo presupuesto les permite.
Lo que si no se justifica es que
no respeten el metro de distanciamiento solicitado. Ahí nos falta mucho por
aprender. A este respecto se han instalados Apps que permitirán identificar las
aglomeraciones para enviar contingentes policiales e imponer el orden.
Valiéndose de esa necesidad de
tener que morir de hambre o por el coronavirus, es que nuestros padres de la
patria están proponiendo una ley que permita trabajar a las empresas vía delivery
como Rappi, Glovo, Uber eats entre otras. Adivinen que
bancada tuvo tan genial idea: una de izquierda. Su excusa: establecer
el vínculo laboral y el salario ¿qué segmento de mercado cree Ud. que aceptará ese trabajo kamikaze? Ver link: https://elcomercio.pe/economia/peru/congreso-plantean-repartidores-conductores-apps-delivery-rappi-glovo-uber-eats-reciban-sueldo-minimo-noticia-629106-noticia/ .Lo que enoja, no es que se quiera regular este tipo de trabajo que está bien; sino que habiendo muchos modelos de trabajo afectados por este contexto COV19 como el CAS, el teletrabajo para docentes de primaria y secundaria etc. se preocupen por este en particular. Asumo que están preocupados por seguir laborando sin salir de casa y sus sueldos, que son una bofetada a la pobreza, les permitirá llamar un delivery sin ensuciarse las manitas.
Por lo expuesto, obvio que para
muchos “Quedarse en casa”, no es opción al margen de ser varón o mujer.
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