Magaly Vera
Faltan pocos días para el 28 de julio y aun no tenemos presidente proclamado. Eso gracias a la gran perdedora: la Sra. Fujimori quien a la fecha incluso no deja que nadie ose llamar a Pedro Castillo, presidente; sino simplemente recordemos el caso de Patricia del Rio o como en Cuarto poder donde cada entrevistador corrige a Aníbal Torres quien usa el término legal correcto: presidente electo. Como que si al darle ese título a Castillo, fuese un insulto a su persona ya que, según sus adláteres, sigue en campaña cuando está ya acabó el 06 de junio. Su única excusa por cierto ya desgastada, es que hubo un fraude perpetrado en mesa. Nada más falso ya que a la fecha lo que ha habido son respuestas masivas de los supuestos suplantados dejando sin techo legal ese argumento.
Su pataleta histórica develó su verdadero rostro: no le interesa lo que les pase a los peruanos como lo manifestó su abogado Julio César Castiglioni en una entrevista concedida a Jaime Chincha. Tanta es su rabieta que no justifica el cuantioso monto invertido en staff de abogados sólo para tener el placer de postergar lo inevitable: la proclama del presidente. Lo correcto es que evalúe en qué fallo para que sea rechazada por tercera vez. No es como quieren hacer creer que medio Perú la quiere de presidente si apenas logro un miserable 13.407% en primera vuelta. Eso solo está en su mente que como bien dice la psicóloga Carmen Gonzales, requiere superar ese trauma antes que sea demasiado tarde. Y nadie la para, le siguen dando cobertura en señal abierta en donde solo cambian de ropaje o de pelele de turno. Por eso ahora los programas más vistos son los de plataformas digitales como La encerrona, No hay derecho, el Buho, El diario de Curwen entre otros tantos.
Lo correcto y lo hidalgo hubiese sido que apenas se hubiese enterado del resultado de las elecciones, se hubiese acercado a saludar y brindar sus mejores cuadros al nuevo gobierno. Solo que hasta ahora no reconoce ni su fracaso ante PPK y no tiene cuadro alguno que valga la pena rescatar. Si piensa repetir el plato, se dedicará no a ser oposición sino solamente obstaculizar cualquier iniciativa en favor de nuestro país como lo ha venido haciendo desde el 2016. Una lástima porque nuestro país invirtió en su educación y miren lo que hace con eso.
Y como se sigue sintiendo “respaldada” por los medios de comunicación, su toxicidad sigue esparciendo rumores de que aun hay una elección pendiente. Si su deseo es eso, creo que ni una guerra civil va a conseguir, porque ya estamos cansados. Debemos ver un Perú con miras al bicentenario, un país cohesionado, con diversidad, pero con una meta en común: superar esta pandemia y mejorar nuestra economía. Esa debiera ser la meta que una a todos los que perdieron las elecciones no estar mintiendo en cada medio insistiendo que aún tienen posibilidades de ganar, cuando en el fondo lo que quiere es simplemente no ingresar a la cárcel con todo su partido y seguir manteniendo su status quo aeternum. Eso ya linda con la psicosis paranoica.
Esta semana se marcará un hito: un campesino y profesor ganó las elecciones limpiamente y pese a ciertas distracciones descritas líneas arriba será proclamado como presidente de la Republica peruana, al que han intentado ligarlo a la mafia “los dinámicos del centro” para contrarrestar su cv limpia de mácula. A la fecha no ha lugar ya que él no era el candidato a la presidencia, sino Cerrón; el mismo que al igual que Keiko debe ser investigado y cumplir condena si se le encuentra culpable. Ya ni el miedo al comunismo ahora hace mella, ya que más temor da las pataletas de Keiko.
Tremenda vieja haciendo berrinche. ¡El colmo! y encima con cobertura. Solo aquí eso es posible. Y aunque tardíamente aparecen artículos en donde la tildan de asesina serial y le abren procesos por continuar con su actuar delictivo en estas últimas elecciones. A sus coristas también se les abrió un proceso por sedición e instigar a desconocer los resultados electorales. El legado de Sagasti no sólo será su extraordinaria gestión con las vacunas sino el no dejarse amedrentar por una golpista y enviar toda esa sarta de sandeces que hizo el congreso actual dizque para mejorar la constitución en una cuarta legislatura, ampliada a todas luces para apoyar el golpe lento que desde ahora intenta Keiko, todo por el miedo a una izquierda chavista que sólo existe en el imaginario de unos psicópatas.
Por eso: ¡Basta! No debemos dejar que eso continúe, sienta mal precedente para futuras elecciones y no nos merecemos eso. No cantamos nuestro himno indicando que "somos libres, seamoslo siempre" en vano. Nadie, nadie puede someternos a sus caprichos per se. Eso es inconcebible.
¡Basta Sra. K!
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