Magaly Vera
Esa es la pregunta que inquieta a los periodistas ávidos no por saber los gustos del presidente, sino ver si hace el ridículo, así de simple. Es tanto el afán por saber incluso el traje de la primera dama Lilia Paredes que viajaron para tener una exclusiva siendo ese el tema central. A lo que la buena Lilia respondió con un: “señorita, la vestimenta no hace a la persona, las buenas acciones son lo más importante que uno puede lograr hacer con la gente más humilde del Perú”. Una respuesta que fue una bofetada a la indiscreta reportera. Ya en las marchas de respeta mi voto limeño había carteles indicando que no se debiera usar el sombrero u otras desafortunadas frases racistas a su vestir.
El confeccionista de la banda presidencial adelantó que, a diferencia de años anteriores, este año se usará el escudo con los pabellones no con las palmas.
Mi opinión personal es que el presidente obvio que debe de vestirse de gala, pero de gala de Puña respetando la multipluriculturalidad, ya que el traje de gala varia en cada zona y referente a los protocolos, pues no es alterarlo ya que no podemos exigir que se disfrace de limeño siendo Chotano, Cajamarquino. Lo mismo para Lilia y su familia. En cada zona varía la usanza de gala y eso también merece respeto por encima de darle el gusto a esa prensa a la que todo lo que hagan le parecerá mal.
Estamos en el bicentenario, es la era del cambio y ya era hora ver a un campesino y docente usar un traje de gala como se debe. Así que, si no usa el traje protocolar limeño, no me sentiré ofendida para nada. Por el contrario, todos los migrantes, nos tenemos que disfrazar de acuerdo a las circunstancias y dejar de lado nuestro traje que pareciera ser solo parte de lo folclórico. La única que lo usa con ornamentos de drag queen es la chola Chabuca y no pues, no debiera ser así.
En Bolivia en cambio, es usual ver a las profesionales usando su traje típico y hasta en la conducción de programas de televisión. Aquí en cambio hasta los que enseñan quechua por señal abierta, son actores cuya lengua materna no fue ese idioma y las otras docentes, pues disfrazadas de limeñas. En verdad, no encaja con mis gustos. Pero que se le va a hacer. Todos complaciendo a un público limeño.
Ni que decir del hablar. Todo un alboroto porque la primera dama dijo “festejación”, pero la otra oración fue que doblarían rodillas. Es decir, agradecerían a Dios por esa bendición. Eso no fue la noticia, sino la supuesta mala pronunciación. ¿Cuándo la prensa habló sobre lo pésimo que hablaba el español la esposa de PPK o el de Eliane Karp? que la usaba en su defensa para burlarse de los jueces. Ni que decir del hablar de alberto Fujimori. No pues. Nuestra prensa no mide igual lamentablemente.
Es tanto el desprecio hacia ese otro peruano que logro lo impensable: ocupar el sillón presidencial, que me hace recordar las burlas a las que era sometida Michelle Obama cuyo rostro era comparado con la de un gorila y muchas mujeres decían que no se sentían representadas por ella. Que no cumplía los estándares de belleza americana que, si lo cumplía Melania Trump, paradójicamente de Yugoslavia. Pero fue su inteligencia y su sencillez la que al final se ganó al público americano y se dio el lujo de romper protocolos demostrando que era buena en todo tipo de bailes. Al final hasta el discurso se lo copio Melania. Por eso me causó gracia la pregunta de la conductora de Cuarto Poder que consultaba a su interlocutor si imaginaba bailando break dance a Castillo. El otro sólo atino a decir que lo imaginaba bailando danzas autóctonas. Como si los de provincia no bailásemos cualquier danza. Ese es el nivel de temas que interesan y ya sabemos como piensan. Ni que decir de su capacidad para gobernar: si creen que es incapaz de dominar otras danzas. Incluso algunos conductores dicen que les da pena lo que ocurrirá a partir del 28, dando opiniones a priori, solo porque es docente de primaria.
La pregunta que lanzo es ¿acaso alguien sabe como gobernar un país? Ni con maestrías o doctorados, ni siendo campesino u obrero se sabe. Eso se aprende llegando al poder. Humala en su primer gobierno, puso pésimos ministros, pero en su evaluación procedió luego a cambiarlos por los idóneos. Pese a lo que digan, para mí fue uno de los mejores presidentes que hemos tenido por los resultados que no fueron inmediatos por los programas: Juntos, Qaliwarma, Sierra productiva etc. programas que hasta ahora han sido mencionados por todos los candidatos porque fueron aciertos, el tema de su ceguera por el poder es otro capítulo. Así que, si Castillo lo toma de asesor, me parece atinado. Lo mismo Sagasti de quien no podemos olvidar como pasó al retiro a 18 generales de la policía. Error que reconoció hidalgamente, y aprendió. Evo es otro ejemplo de como hacer una buena gestión sin tener estudios académicos previos, lo mismo Lula.
El caso Cerrón es tema aparte. Todos dicen que es quien tiene de marioneta a Castillo solo porque tiene sobreexposición en medios. Pero es eso, nada más. Y puede y va a seguir exhibiéndose cual vedette opacada por los años; puede seguir dando declaraciones polémicas, otra cosa es que le haga caso Castillo. No sabremos cuan cierto sea hasta que veamos a los ministros que pone, pero no podemos seguir afirmando cosas a priori y denigrando la imagen de un presidente diferente. Y de ser cierto, no es a ese partido por quien fue elegido y dependerá de su muñeca y de las personas que lo acompañen en esta aventura de gobernar y los puentes que tienda con otros partidos. Porque tampoco podemos decir que la nueva presidenta del Congreso María del Carmen Alva, pese a ser la continuidad de Merino, pondrá obstáculos a su gestión. Pensemos que apostará por el crecimiento de un país caído en desgracia estos últimos años no sólo por la pandemia, sino por la corrupción.
Es el bicentenario señores, todo puede ocurrir y a ese redil al que hace referencia Cerrón, que cree que se refiere unicamente a su escasa visión; somos los peruanos los que marcaremos los pasos de Castillo, no él. Y que deje de mirar la paja en el ojo ajeno, porque a él, es el poder judicial quien lo vuelve al redil. Esa es la diferencia así que no hay que temer.
Y estamos de festejación señores, a vestirnos con nuestro mejor traje de gala y a celebrar el bicentenario y que somos los sobrevivientes de la pandemia del covid y de la corrupción. Llegaron nuevos aires y a celebrarlo con música peruana.
Feliz 28, feliz bicentenario, jallalla hermanos.
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