Caricatura de Andrés Edery
Magaly Vera
En un lugar de la mancha, apodado así porque la mancha de la corrupción lo inundaba llamado Perulandia, gobernaba una mujer llamada Queiko que tenía dos personalidades: la visible obvio era Queiko, la que andaba con la imagen de un Cristo en la mano y rezaba en voz alta como para que todos se enteren que era buena; y la otra, la Sra. K. la que reinaba sin haber ganado el puesto.
Su reino era subrepticio, por dentro y carcomía todo lo que tocaba: desde medios de comunicación donde ya ni tenían vergüenza en llamarse como ella: Kuarto Poder, Katina, Kanorama, Willak, Perulandia21 entre otros tantos. Donde todos sus periodistas, eran ya voceros suyos y solo cambiaban de ropaje en cada edición. Por eso era usual verla en todos los programas: desde mañaneros, deportes, farándula, y hasta en chismes de cama. Tenia su propio séquito, su escuadrón suicida llamados los Kuellos blancos cuyo traje no era una capa sino un terno y una corbata. Ellos se encargaban de borrar todas las huellas de sus fechorías gracias a la magia de las aceitadas.
Lamentablemente para ella había elecciones para elegir un nuevo representante cada cinco años. Hasta el momento en su reino nadie osaba sublevársele ya que había cortado cabezas misma reina de corazones a los que no se le arrodillaban. Sólo que el último del que se había deshecho, un cholito color puerta, un provincianito rebelde llamado Vizcacha sentó mal precedente. Y en esta oportunidad, contra todo pronóstico, salió otro provinciano como finalista a hacerle el frente, un tal Kastillo.
Paralelo a este escenario, un grupo de héroes de la justicia habían logrado revelar su otra identidad y pedían por ella 31 años luz para transportarla por un agujero negro a un lugar llamado averno del que ya había escapado en otras oportunidades. Así que en su candidatura prometió el oro y el moro a los votantes, mediante los llamados bonos. Ofreció Bonos cheleros, Bonos al saca vueltero, bonos dos por uno, y dada la contaminación Bonos oxígeno, hasta uno en el que, si moría alguien, le daban más de 10 mil criptomonedas. Imagínense como se asustaron algunos esposos o esposas que podían virtualmente quedar viudos, pero con dinero. Umm podrían hasta deshacerse de sus suegros si eran incómodos.
Bueno, ella pensaba que todo saldría según lo planificado: ganaba las elecciones en primera vuelta. Pero no, en la puerta del horno, se le quemó el plan por tercera vez. Imaginen la furia que sintió en ese momento. Ni Carrie mostró tal cantidad de sangre en sus ojos. Pero dado que era astuta ya había ideado el plan B: decir que le habían robado las elecciones mediante un fraude recontra bien perpetrado.
Se imaginan a un candidato que ni en sueños pensó ganar, que hubiera urdido un plan tan maquiavélico y delirante como que tuviese un personaje que viajase simultáneamente al norte, centro y sur y prestase su firma para estar en varias mesas. No verdad. Bueno, Queico contrató a la super agente 099 Lulú quien señalaba que el fraude fue mediante una penetración en mesa. No, no sean mal pensados. Ella haciendo uso de un trabalenguas legal señalaba que habían suplantado a los representantes de las mesas. Como no pudo probarlo, pidió que le den todos los padrones electorales. Se imagina la cara de los ciudadanos dándole sus datos a una mafia organizada. Felizmente en el Jurado lo denegaron. Pero Lulu contó con el apoyo de un criptodecodificador de enigmas que con lupa en mano encontró al que había firmado en norte, centro y sur simultáneamente: Flash andino con sombrero chotano y pidió que se haga una auditoria intergaláctica. Pero estos ya habían dado como ganador al otro contrincante.
Al no tener a donde más recurrir, acudió a su padre putativo, un antihéroe marveliano llamado Bladimir, quien haciendo uso de sus poderes telequinéticos se comunicó con 3 representantes del jurado que le pidieron una cuantiosa suma para fallar a favor de la chica, pero sus llamadas fueron interceptadas por su archienemigo del pasado: el famoso Mr. Popy.
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En otra vía láctea dos personajes del lado oscuro de la galaxia conversaban amenamente viendo desde sus pantallas todo lo que ocurría en Perulandia y uno le pregunta al otro:
- Oye ¿no pudieron elegir a otro candidato sin tanto anti voto? ¡Como habiendo en esa nación más de 31 millones de habitantes eligen a la Sra. K!
El otro le responde:
- es que es la única que se deja comprar sin importar lo que les pase a sus súbditos, sin importar lo que le ocurra a su hermano, padre o madre. No hay nadie como ella. Es única en su especie al menos nuestra analista la psicóloga doctora Cachetada, nos lo ha corroborado. Es la única a la que podemos manejar como títere sin que magulle, solo pide a cambio poder, dinero y que no la envíen al averno, nada más. Ese profesorcito en cambio, esta con el doc. Abelino Guillen, Pepito Domínguez, Rafael Bela y Kanival Torres a los que ni la criptonita les hace daño. No la tenemos fácil con ese. Solo nos queda insistir y persistir hasta que la fuerza oscura nos lo permita. Total, si algo pasa allá abajo, nosotros seguimos aquí esperando a que la memoria se les borre como cada cinco años a esos peruvianos.
Y siguieron brindando.
Este relato es ficticio, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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