Magaly Vera
La candidatura de Susana Villarán a la reelección se veía
venir, había demasiadas pistas durante toda su gestión. Sólo que la tía, por
estrategia, prefirió hacerse la disforzada. Además, su popularidad en las
encuestas había bajado considerablemente y había que ser cauta en ese entonces.
Ella, pese a toda la porquería que le echaron encima, primero
con los apodos: Lady vaga, en alusión a que nada hacía. Pero para mala suerte
de sus enemigos políticos, en un cuadro comparativo con el del primer año de Castañeda,
le ganó ampliamente: en porcentaje de presupuesto usado, en infraestructura, en
reformas y en cultura con el programa cultura viva comunitaria. El otro apodo:
caperucita roja, en claro vínculo a sus aliados izquierdistas radicales como
Tierra y Libertad, MNI y otros. Pero ella es de Fuerza social, un partido de
centro izquierda o izquierda moderada. En un primer momento quiso deslindar de
esa junta. Lo que se evidenció por una carta suya filtrada a la prensa. Pero se
sujetó a las bases y aceptó ir con ellos. Y que no se las crean los
izquierdistas que fue por su apoyo que ella ganó. No los necesitaba, como
ahora, pero tampoco le conviene ser soberbia. Y me parece una genial elección
marcar distancia del Frente Amplio. Son ellos los que pierden, no Susana.
Prueba de no ser de izquierda radical, es su direccionalidad
política. Jamás ha habido tanta inversión privada en una gestión municipal. Ha
pasado por una revocatoria, por el cargamontón de la prensa por el caso de La
Parada, de la reforma del transporte y
etc. Etc. Por todo eso, sabedora de lo que ahora le toca cosechar, y que es una
buena opción para la reelección, se pudo dar el lujo de desdeñar a Perú
posible. Un partido que está cargando los pasivos de Ecoteva. Un caso que logró
borrar la imagen de cholo estadista a un simple astuto inversionista con testaferros
y socios fantasmas. Ni las revesadas respuestas de su líder, menos la satírica
respuesta que dio su esposa, lograron salvarlo.
Pero Susy al no tener inscripción su partido, solo le quedaba
buscar un vientre de alquiler. Y vaya que toco puertas. Sólo que nadie sabía
con quién iría. Recién ahora se sabe que es con Diálogo Nacional, un partido
nuevo y casi desapercibido, y con la confluencia, conformada por Partido
comunista peruano, voz socialista, Juntos por Lima y Construyendo Perú. Pero en
Perú nadie vota por partidos, sino por carisma y ella sabe que lo tiene. Además
de contar con el apoyo de la población y con eso, se puede dar ciertas
licencias. Ojalá que a esa coalición se sumen otros partidos como el
nacionalista, y demás partidos de centro. Sería la primera vez que solo
tengamos dos o tres candidatos en Lima.
Los otros partidos que se le sumen, no deberán tener indicios
de corrupción; de ese modo, el slogan que les resultó en la primera: la de los
corruptos contra los no corruptos, pegará. Eso significa que será favorable que
se unan Castañeda y el representante de Alan y el de Keiko, para facilitar la
metáfora. Por todo eso la oposición que
se sabe perdedora, no le quedó otra que poner un spot en todo YouTube, en la
que tildan de mentirosa a la tía, solo por negar varias veces su reelección.
Eso no es nada comparado al tremendo caso de corrupción como el de COMUNICORE.
Aquí les dejo lo que están promocionando para contrarrestar el avance de la tía Susy. Como bien dijo
Sinesio López, "La batalla por Lima" ya empezó y con ellos, los golpes bajos y
sucios.
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