Magaly
Vera
El
2010 Susana Villarán logró ganar a la derecha, pero considero que su éxito tuvo
varias ayuditas:
- La tacha a la
candidatura de Alex Kuori.
- El famoso potoaudio de
Lulú, que revelaba a una mujer soberbia y picona; además ya en otras
entrevistas, demostraba no saber el precio del pan. Ese detalle no parece
relevante, pero en nuestro país; ser pudiente, es sinónimo de capitalismo
canalla.
- El apoyo que recibió de
Jaime Bayly en sus programas, considerado uno de los más visto en la
televisión. Es decir, marketing político gratis.
- El carisma de Susana.
A diferencia de Lulú ella vivió en San Juan de Lurigancho, nunca se la vio
dando entrevistas al lado de su piscina, menos ofendiendo a los
descendientes de auquénidos.
No pongo el apoyo de la
izquierda porque ella no ganó con votos de las izquierdas. Según las últimas
encuestas, el porcentaje que hubiese sacado con ellos no superaba un 2%. En
nuestro país, el voto lo deciden los jóvenes y según fuente del INEI (ver
enlace), en el 2010 el porcentaje de los adolescentes y jóvenes (según la Ley
27802 de la Secretaría Nacional de juventud, se considera a la población joven y
adolescente a los que se encuentran entre los 15 y 29 años de edad) era de un 30%
y se además se suma a los jóvenes adultos supera fácilmente el 40%. La misma
fuente señala que el porcentaje de género femenino en el 2010 era de un 54.9%
frente a un 45.1%. El tema de género también pudo ayudar a Susy. Dudo mucho que
estos jóvenes, la nueva masa electoral decisiva en las preferencias políticas,
hayan votado por ella por ser de izquierda.
Una buena estrategia de
Susana fue ganarse a los grupos juveniles como el que lideraba Augusto Rey Hernández
(colectivo Coherencia), asesor de
gerencia de promoción de la inversión privada de la Municipalidad de Lima. Tuve
la oportunidad de entrevistarlo y lo que dijo fue que lo que le atraía de
Susana, era que era de una izquierda moderna. Como lo oyen. Yo le pregunte por
el centro izquierda o izquierda moderada, pero corrigió el adjetivo y puso el
de moderna, el progresista, el que permite las inversiones privadas y una
democracia real. Susana fue apoyada por jóvenes noveles en política, tan
noveles que la prensa develo el sueldo de Augusto, y su inexperiencia en altos
cargos públicos. Pero en la política como en el amor, todo se vale.
Ahora Susana espera recibir
el mismo apoyo que tuvo el 2010. Dudo mucho que su porcentaje supere el anterior;
pero nada está dicho aún. No hay encuesta que la borre del mapa. Es cierto que
no goza de la simpatía de la prensa que no muestra sus avances, sino solo sus
falencias y que la hace impopular. No olvido como se terminó el 2013 con programas periodísticos mostrando
todo lo que prometió e incumplió. Que no significa que no lo esté haciendo. Si
luego de finalizado su primer año, se la quisieron bajar con la revocatoria, a
todas luces encabezada por el mudo, que hablaba tras Marco Turbio (no olviden
los audios que nos refresca la memoria). No pudieron vacarla, pero si quitarle
su mejor equipo porque los accesitarios, fueron los últimos de la cola. Pero ya se
señalaba que su gran error, fue su propia prensa, la que supuestamente deben de
manejar las 11 gerencias, con extraordinario presupuesto; que lamentablemente
no se justifica porque la percepción que la población percibe de su trabajo, es
que sigue siendo lenta. No en vano la bautizaron como lady vaga. Falla que a estas
alturas, ya debería haber superado. Otra gran equivocación, fue tener dentro al
enemigo: a Tierra y Libertad, la misma que para la foto apoyaba la no
revocatoria, pero que desde ya tiene sus propios candidatos para el 2014.
Lo que evidencia que no la
apoyara. El hecho de ser el único partido de izquierda inscrita no
necesariamente genera unión, el famoso pronunciamiento que realizo firmado como
frente amplio, tomando el nombre de la agrupación que supuestamente agrupa
diferentes organizaciones sociales y políticas, lo demuestra. El hecho de tener
inscripción con ese nuevo nombre, no significa que sea el portavoz del Frente
amplio inicial. Ya que muestra lo más radical de la izquierda, del que Fuerza
social, no está de acuerdo. Además no hay que olvidar que es la izquierda
moderna la que atrae a los jóvenes (la de Lula), no la de Chávez (cuyo manejo
ha dejado un país con una inflación que supera el 50%).
Si Susy desea reelegirse,
es hora de marcar distancia y no de estarse haciendo la disforzada, que si aún
no toma la decisión, que si solo visitó a Favre porque es su amigo, que depende
de las bases. ¡Yape! no nos cuentes el cuento de la caperucita roja con ese
chal verde. Y ya que no tiene inscripción como partido, tiene forzosamente
que buscar un vientre de alquiler. Que puede ser como sindican, partidos de
centro como el de la chakana que tiene que cambiar de rostro, por que el
anterior cae en sus constructos lingüísticos cuasi perfecto, por otro de verbo más
simple, popular y claro; o cualquier otro partido que acepte sus términos de negociación. Tampoco pueden descartar al partido nacionalista o a acción popular.
Si solo tendremos de
candidatos a la alcaldía de Lima a Secada, que pese a sus extrañas “caricias” a
su muñeca brava, que lo pintó como patán en su propia familia y pese a ese "detallito", sigue estando en
campaña; a Castañeda que pese a ser presentado como el “mejor gerente público”
del Perú por TELESUP pese a que demostró no serlo y evidenciar la peor
corrupción con el tema de COMUNICORE, me quedo con la Tía Susy. Lo bueno o malo
de Lima es que aquí no se vota por partidos de izquierda o derecha, se vota por
carisma o por el mal menor.
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