Magaly Vera
Es curioso recordar esta fecha como el
de la no violencia contra la mujer justo cuando en el congreso no se aprueba la
Ley de despenalización del aborto en casos de violación, amparados en la sabia
disertación de un ignorante que afirma que “es casi imposible que una mujer
quede embarazada después de una violación (…) obviamente, en la mujer no hay
ningún tipo de lubricación”; explicación tirada al tacho por el Dr. Elmer
Huerta quien con fundamentos científicos indica que probablemente el
congresista confundió lubricación vaginal con la producción de moco vaginal.
Temas diferentes y maliciosamente tergiversadas. Referente al porcentaje de
mujeres que quedan embarazadas luego de una violación, el doctor cita un
estudio realizado en el departamento de obstetricia y ginecología de la
Universidad de Carolina del Sur en 1996, con una muestra de 4008 mujeres entre
12 y 45 años, la cual indica que la probabilidad de embarazos luego de una
violación es de 5% por cada violación, produciendo 32 101 embarazos por
violación cada año en Estados Unidos. Día en el que se pone como
conductora de un programa de entrevistas de víctimas de violencia doméstica, a
Magaly Medina. No es broma, la misma cuyo programa se basa en golpes
psicológicos a la contextura y/o aspecto físico de la mujer, con frases como
“las gordas no pueden estar en la televisión”, “cerda”, “mis gordita” entre
otras tantas de mayor calibre. Sin tomar en cuenta que siendo una “líder de
opinión”, sus palabras calan y bajan la autoestima de muchas mujeres que sufren
de tiroides, de ansiedad o de algún trastorno alimenticio. Que dice ser una mujer
que destaca por su inteligencia, pero brilla sólo por la cantidad de veneno que
lanza contra los dioses del Olimpo cholliwodense. Está claro que nos gusta ver
como hasta los ricos también lloran como una especie de catarsis, pero ella ya
sobrepasa los límites de lo permitido. Día en el que el programa más visto de
la televisión es Esto es Guerra, donde los protagonistas muestran sus miserias
al mismo estilo de la Señorita Laura, donde una Angie Arizaga es víctima diaria
de violencia domestica y el agresor, premiado como protagonista de una
telenovela. Día en el que Magaly Medina lidera el rating solo por mostrar a
cuantos extremos podemos llegar por ganar audiencia sin importar los hijos,
niños y terceros que salen heridos de estas batallas campales realizadas en un
set de televisión. Día en el que un pseudo conductor insulta a su partner con
adjetivos como “vieja”, “picona” y no recibe reprimenda alguna ni censura por
su mal proceder. Día en el que Keiko, la misma que no hizo nada en el pasado y
fue cómplice por omisión de su padre de todo lo que ocurrió a su propia madre y
a nuestro país, lidera la intención de voto. Día en el que los otros candidatos nos recuerdan que no respetaron ni a su propia mujer: mostrando su fortaleza física contra ella, o humillándola públicamente. Día en el que se evidencia que
ningún partido respeta el porcentaje de cuota femenina en sus listas de
candidatos. Día en el que las mujeres no tenemos igualdad de derecho ni las
mismas oportunidades laborales que los varones. Día en el que somos testigos de
tocamientos indebidos a nuestro par como Magaly Solier, y lo único que uno
encuentra es un artículo periodístico en el que ella supuestamente solo busca
marketearse y no justicia, pese a la gran trayectoria y sendos premios que ha
ganado. Día en el que insultan a Hilaria Supa con “ahora se olvidó de sus
llamitas y sus paisanos de Cusco. Ahora anda en un 4x4 y vive en mansión”, como
si los provincianos estuviéramos excluidos a tener algunos lujos. Día en el que
muchas mujeres heroínas de varias vidas por exponer sus mañanas, sus
madrugadas, sus días y noches al cuidado de sus hijos, sobrinos etc. Y que
jamás piden nada a cambio con la esperanza de una reciprocidad futura, pero
llegado el momento, estos hijos olvidan todo eso y solo muestran indiferencia
por sus propios padres. Día en el que muchos de nuestras hermanas y hermanos
son víctimas de terrorismo y mueren sin explicación alguna, salvo un “Dios es
grande” como excusa. Día en el que solo por el origen, raza o credo muchas
mujeres somos discriminadas.
¿Hay algo por celebrar? Lo que tenemos es
mucho por aprender en este día de reflexión. En lugar de institucionalizar una
fecha, debemos de aprender a que ese homenaje sea transversal en nuestro día a
día.
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