Es el grito que se oyó no solo en Lima, sino en
todo el Perú este sábado 13 de agosto y no fue un grito solo de mujeres, lo fue
de niños, adolescentes, adultos, de la comunidad cristiana, evangélicos,
comunidad LGBT, etc. Esta movida surgió a raíz de un verdadero “fallo judicial”
que dieron penas nada severas a dos personas que intentaron asesinar a sus
respectivas parejas sentimentales. Lo que alegaron los jueces fue insólito,
pese a las escenas en vivo que vimos en televisión: no fueron lesiones graves.
Uno de ellos arrastró de los cabellos a una por todo un pasillo y escaleras,
golpeándole la cabeza en cada escalón entre otras previas agresiones;
el otro, desfiguró completamente un hermoso
rostro a causa de múltiples hematomas. Al parecer nada de lo que vimos conmovió
a esos que supuestamente están para implantar justicia.
Situaciones como esas son pan de cada día en el
Poder Judicial, con leyes que permiten a un violador o a una bestia, volver a
las calles a seguir en lo mismo. No solo me refiero al Caso de Lady Guillen o
al de Cindy Contreras, sino a las violaciones sexuales a menores de edad o
casos de violencia doméstica, en donde de nada sirve atormentar a estos pequeños
con repetir un episodio que desean olvidar. ¿Y para qué? Al final, en casi todos
los casos, este es archivado por falta de pruebas o porque no hubo lesiones
consideradas graves, el delito impune y ahí, nada paso.
¿Quién no ha sido víctima de injusticia? Y de
esos tenemos a montones: está el caso de los congresistas que amparados en su
inmunidad parlamentaria, sacan la lengua a los jueces; está el caso de las
denuncias que ponemos en una comisaría y que son archivadas; está la
indiferencia que se da a nuestro dolor en un hospital. Y así, la lista de
injusticias a la que nos vemos sometidos
ya nos tenia hartos. Por eso esta movida es de gran trascendencia, y muchos
partidos políticos han querido sacar ventaja poniéndose como los abanderados.
Pero no, esta movida fue de la ciudadanía y es que las calles han vuelto a ser
tomadas por personas que durante mucho tiempo estuvieron aletargada. Y no es la
primera vez, ya hemos visto cómo los jóvenes reaccionan: no olvidemos la movida
por la ley pulpín, o el de hace poco: la movida en contra de Keiko Fujimori.
Quizás por eso Keiko no participó en esta marcha ya que también fue para
recordarle su incondicional apoyo a su padre en el caso de las esterilizaciones
forzadas (otro tipo de violencia), o su indolencia frente a las torturas de su
madre y del que declaró, que solo eran producto de su afán de poder. Ver link: http://utero.pe/2016/05/15/10-pasos-de-como-se-llego-a-los-fuertes-testimonios-de-kenji-y-sachie-sobre-las-torturas-a-susana-higuchi/
Esto recuerda a los 73 congresistas, que por
cierto fueron en ese número gracias al sistema de la cifra repartidora, fórmula
matemática usada en nuestro país para determinar el número de congresistas que
debe obtener cada lista partidaria. No olvidemos que Keiko ganó en primera
vuelta por un 32.64 % de votos emitidos,
pero que la cantidad de votos nulos, viciados y ausentismo, supera ampliamente
su porcentaje. Así que no es cierto que ella sea la segunda fuerza más grande
de nuestro país. Ver link: http://larepublica.pe/impresa/politica/759848-ausentismo-votos-en-blanco-y-nulo-superan-apoyo-keiko-fujimori
Todas las encuestadoras daban a Keiko un
techo de 30% y no superó su techo pese a todos los cambios que hizo desde
Harvard. Olvido que el verdadero termómetro: es la calle y no los estudios de
marketing que dirigieron sus discursos. Así que si Fuerza Popular quiere volver
al poder, que no olvide que la verdadera mayoría la tiene el pueblo, ese que
sabe protestar y que le puede dar la espalda el 2021. Y lo mejor: estamos
unidos y unidas por un país digno.
Spadaro no andes con ínfulas pregonando que Keiko tiene el Congreso ya que al que deben fidelidad, es al pueblo que los eligió.
Spadaro no andes con ínfulas pregonando que Keiko tiene el Congreso ya que al que deben fidelidad, es al pueblo que los eligió.
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