Magaly Vera
Hace pocos días tuve la oportunidad de participar en
el quinto encuentro nacional de cultura en Iquitos. En uno de los
talleres se nos enseñó el siguiente tema: “’Cómo diseñar un plan de marketing
cultural para la incidencia en políticas culturales”. Obviamente por el poco
tiempo que tuvimos (sólo dos horas) el profesor se limitó a darnos tips con una
amplia jurisprudencia de casos exitosos en Iquitos como el de lograr se les mejore
la instalación de internet, programa que se llamó Iquitos Conectado (Ver link: https://peru21.pe/reportuit/loretanos-emprenden-campana-facebook-mejor-conexion-internet-56634)
. En este proyecto participaron grupos culturales, jóvenes universitarios,
niños, etc. Es decir la sociedad civil organizada. Resultado: el pedido logro eco y en el gobierno de Ollanta Humala se instaló banda ancha en Iquitos ( http://larepublica.pe/19-03-2014/instalan-banda-ancha-para-mejorar-internet-en-iquitos)
Nos separamos en grupos y nuestro profesor José Carlos Lao más conocido como Jota (asumo que es por lo largo de su contextura y su cabecita flotando sobre ella) nos dio libertad de elegir un tema cualquiera. Dado que mi grupo estuvo conformado por un 99% de Iquiteños, se eligió un tema que era preocupación de ellos: querían una Biblioteca municipal en Iquitos. Dado que al no existir ninguna, salvo las que tienen las universidades, se hacia justo y necesario.
Hicimos un breve estudio de mercado y nos encontramos
con lo siguiente:
1. Solo existen seis universidades en todo Iquitos
-
Universidad Nacional
de Ia amazonia peruana
-
Universidad Científica
del Perú
-
Universidad Alas
Peruanas
-
Universidad privada
de la Selva Peruana
-
Universidad Los Ángeles
de Chimbote
-
Universidad Peruana
del Oriente
2. Existen pocos colegios estatales que no poseen
bibliotecas y no hay programas que incentiven la lectura o la escritura.
3. Hay dos librerías que lamentablemente paran cerradas.
4. No hay plazoletas tampoco teatro ni espacio alguno
para eventos de esa naturaleza.
5. Menos han realizado una feria de libros.
Los
datos obtenidos fue gracias a la participación de uno de los gerentes de la
Municipalidad de Belén, Antrop. Johnny Dávila Flores, un escritor y alumnos de
universidades que participaron en mi grupo.
De la lluvia de ideas de mis compañeros se recogió:
Se
necesita una biblioteca pero no una tradicional, sino una con videoteca, con
salón para que los abuelos cuenten historias de su pasado a los niños,
similares a los que existe en la Casa de
la literatura. Que tenga auditorio y/o teatro para presentaciones de
libros y obras. Que también tenga cafetería. Es decir que sea interactiva.
Solo
un integrante estuvo en desacuerdo, curiosamente era el escritor del grupo. Su
argumento era básicamente que los jóvenes de Iquitos: No leen. Así como lo
escuchan o leen. Según él, el mayor atractivo de su zona radica en ofertar las
nalgas de la jóvenes y niñas y eso tiene más publicidad, tanto que ya no dan
cabida a la lectura. Y que por lo tanto, era inútil sembrar lectura o siquiera
intentar cambiar ese vicio. Tanto fue su enojo por la elección de ese tema, que
solo replicaba: “por gusto haremos
biblioteca. Estarán vacías. Las que estarán llenas serán las discotecas”. No
hubo forma de hacerle cambiar de estado de ánimo, ni el profesor pudo calmarlo.
Solo nos quedo continuar trabajando pese a sus balbuceos.
Cuando
nos toco exponer, su argumento fue secundado por una funcionaria de la ¡Casa de la literatura peruana! de Lima,
quien argüía que si no hay lectores, no tenía sentido hacer una Biblioteca. Agregó
también que la lectura es un hábito que se cultiva desde pequeño y en ciertos
estratos sociales.
Curioso
que una funcionaria condene a una población a no deleitarse leyendo, solo
porque ella concibe un mundo en donde existen clases sociales diferenciadas,
marcadas. La literatura no solo es la
forma más deliciosa de disfrutar la vida, sino uno que te hace reflexionar
sobre la vida misma. Además es lo mas subversivo que existe justamente por
mostrarte que existe una vida diferente a la tuya, a la que tienes acceso si te
lo propones. Y vaya que eso si que es peligroso. Me sorprendió que una funcionaria
de esa casa de estudios piense eso, ya que es el sitio al que siempre acudo
y para lleno, no siempre por estudiantes
universitarios, sino por comerciantes y personas de diversa índole que asisten
a ese centro con el único propósito de divertirse y/o aprender. Cuantas veces me he
encontrado ahí con comerciantes de la Av. Abancay, provincianos etc. Gente con
quienes me identifico ya que soy migrante también. Hasta mi abuela iletrada y
de 90 años ha asistido a las funciones teatrales. No se necesita ser de una
determinada clase social, raza o de determinada edad para asistir a un evento cultural. Es más mi abuela cuando
escuchaba historias contadas por otras personas, apenas llegaba a casa, las
modificaba y las volvía a contar a su manera, con su particular estilo, más
divertido. Se daba el lujo de corregir escenas, pasajes y hasta personajes.
Lo
que más sorprende, es que siendo funcionaria de esa casa, no sepa que la
literatura no solo es escrita, sino también oral. Yo provengo de una familia
humilde pero eso no me quitó la imaginación y las ganas de conocer otros
mundos, esos de los que mi abuela contaba en cada almuerzo o cena. Solo valiéndose
de su voz, de sus manos y gestos nos trasladaba a mundos inexplorados. En cada
luna llena mi abuela relataba historias fantásticas, de seres mitológicos. Ahí
conocí al Amaru, la serpiente alada que creó el universo, a las sirenas y demás
especies jamás catalogadas en el reino animal por Darwin, hasta conocí Iquitos. Claro el Iquitos que mi abuela nos contaba, con animales feroces y mujeres que
no pensaban igual que la señora. Para mi abuela, todos éramos iguales ante un mismo
Dios. Quizás por eso opte por estudiar literatura.
Volviendo
al proyecto, nuestro grupo pensó primero en crear un hashtag que motive a la
población a leer, quedando varias opciones finalistas:
-
Queremos una
Biblioteca municipal
-
Leer es un derecho
-
Leer es un placer más
divertido que el chuchuhuasi
El
tiempo apremiaba y no pudimos ponernos de acuerdo porque queríamos uno que
suene divertido y que invite a leer, pero al menos ensayamos para más adelante
convertirlo en realidad.
Nuestro
siguiente paso fue ubicar al público objetivo:
1. Teníamos que motivar primero a los chicos de los
colegios de primaria y secundaria y que mejor que invitando a los presidentes
de APAFAS.
2. Los estudiantes universitarios. Para ellos teníamos
que invitar a los jóvenes del tercio estudiantil, dirigentes, y profesores
universitarios.
3. Al público en general: a asociaciones culturales,
centros poblados, tribus, grupos culturales etc.
Algo
que jugaba a nuestro favor era que la población ya había participado en un
evento similar con resultados positivos. Además teníamos la convicción que si
lo haríamos, lo lograríamos. Jota nos contó el éxito de la política de Costa Rica en
incentivar la lectura mediante canciones en las que participaron los grupos y/o
conjuntos musicales musicalizando poemas y cuentos, llamado La Banda sonora de una película que jamás vas a ver (ver link: https://www.youtube.com/watch?v=nj0nRq8dbOw&feature=youtu.be ). Algo que se podría imponer aquí en nuestro país también.
Quizás
no hayamos conseguimos modificar el pensar de esos dos integrantes del grupo,
pero al menos nos hemos divertido, pero sobretodo reflexionado sobre el arte de
leer y de vivir. Total, todo todo en esta vida es poesía, es arte, es cultura.
Muy hermoso tu experiencia en tierra del oriente, el análisis de la problemática y las múltiples formas de solucionarlo invitan a involucrarse y sumar en la lucha contra un gran mal que nos hunde en la miseria, la llamada ignorancia. Felicitaciones amiga.
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