Foto de Magaly Vera
Obra teatral escrita por el consagrado escritor y dramaturgo
peruano César de María, ganadora del VIII festival Internacional de Teatro
peruano norteamericano organizado por el ICPNA el 2006. Un autor al que le
agrada volver épico lo cotidiano, que lo evidenciamos en su reciente obra “Calichín”
protagonizada por Aldo Miyashiro. En Popper juega con esos dos mundos: el
ordinario y el fantástico.
Sobre la Obra
La obra gira en torno a la historia de amor de Brunella y Joe,
ambos signados por el infortunio y por un amor imposible ya que son hermanos.
Ella es trasladada al manicomio por asesinar a sus padres adoptivos, él un
personal de aseo que cree que su misión en el mundo es salvarla de todo aquello
que la perturba: la escuela, los padres, los fármacos etc.
Sobre la puesta en escena
Ángel Angulo Leguía (Lima, 1985) novel director de teatro,
formado en la Escuela Nacional Superior de Arte dramático repone está obra bajo
su propia mirada. El escenario principal es un manicomio infantil. Sin embargo
para entender la obra es necesario revisarla dos veces debido que nos muestra
un universo plagado de seres desadaptados de la sociedad (niños). Pero ¿qué tan
cierto es eso?: los niños de por si viven en su propio mundo, viven historias mágicas
a diario, hablan con seres imaginarios, vuelan, sueñan. Es por eso que la obra
nos remite a la caverna de Platón, a ese lugar donde no se sabe cuál es el
mundo real: en este caso: el hospital psiquiátrico o el de “afuera”.
Y en un lenguaje subliminal nos va relevando a través de
Brunella que quienes la acosan son: la educación, la familia, etc. monstruos
que atacan la frágil mente de los niños, cuya sola presencia causan pavor. Es así que el débil Joe se transforma en Super
Popper. No es casual que sea un super héroe al estilo Marvel quien sea el mesías,
ya que esa creencia no solo es del mundo infantil, lo es también del mundo
adulto. La ironía y el humor negro es otro ingrediente en esta obra que la
enriquece pero que a la vez, repito, te hace recapitular lo que cada personaje
va diciendo pese a que es contada en forma lineal.
Desde el inicio sabemos que es una tragedia, el amor incestuoso
de los hermanos, las muertes erráticas, etc. nos muestran que hasta los dioses
se equivocan. Esos dioses que hablan con los niños y que les van dictando su futuro
como guiones.
Foto de Magaly Vera
Sobre el desarrollo de la obra
Si bien la obra se centra en los hermanos, es el personaje Aguja
quien se roba el show, con monólogos precisos, y una impecable interpretación de
anti héroe que opaca al resto de personajes. Siendo la mejor escena aquella en
la que muestra sexo sugerido bajo los efectos del juego de luces y sombras,
aquella en la que asesina a la mosca mujer.
Brunella el otro personaje principal nos muestra una actriz
osada por el topless que realiza y que nos muestra un cuerpo en formación, unos
pechos erguidos, pequeños como el de una niña en proceso de transformación en
mujer, lo que nos evidencia que está preparada para afrontar otros retos
actorales.
La otra historia que signa la obra y que es tangencial: es la
fuga de los niños del manicomio.
Aguja
Foto de Magaly Vera
Definitivamente para una sociedad pacata como la limeña y con ese
doble discurso, fue atinada la presentación de la obra por el escritor Edmundo Panay
Lazo.
Esperamos que el director nos siga sorprendiendo ya que nos tenía
acostumbrados a otro estilo de teatro infantil como su ya famosa “Los tres
cerditos y un lobo no tan feroz". Este, fue un salto cualitativo.
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