martes, 8 de abril de 2014

Referente a las paisanas peruanas (24/03/2014)



 



Magaly Vera


 

El tema de discriminación en nuestro país, está siempre latente y sale a flote cada vez que algún conductor de televisión tiene un desatino verbal. Pero, las reacciones no son de los directivos de canal o del programa mismo. Es decir no hay la tan llamada autorregulación. La regulación la hacemos los que vemos la televisión y nos sentimos agredidos. Allá arriba, queda como algo anecdótico nada más. Si Johanna San Miguel hubiera dicho a la novia de Martín Farfán: “hay que tener estómago para ser la esposa”, solo porque él no cumple el prototipo de belleza que ella tiene y en un bloque de noticias; en otros países, la hubieran retirado inmediatamente. Pero estamos en Perú, un país en donde las leyes han sido para ser vejadas. Ella volvió a discriminar esta vez al físico de las mujeres, señalando que “las mujeres más bellas están en esto es guerra, y que las demás son un chancay remojado en baba”. Y ¿Cuál es el prototipo de belleza que según ella se debería de tener? Ella que antaño fue gordita y presumía de ello. ¿Cuál?  Pese a tamaña discriminación a la belleza femenina ¿por qué no le dicen nada sus productores? Lamentablemente, nunca le dirán nada, porque sus comentarios racistas, generan rating. Lo mismo sucedió con Carlos Cacho, nadie le dijo nada cada vez que ofendía a las mujeres. Lo sacaron porque su programa no fue rentable. Otro hubiese sido el cantar si hubiese logrado ocupar el vacío que dejó su archienemiga Magaly Medina. Hubiese sido el nuevo Dios televisivo, el intocable, pero felizmente su reinado fue efímero.

 


Pero ¿Cómo debería ser la mujer representativa del Perú? ¿Cómo creen ustedes que deberíamos serlo? La belleza señores no es un modelo a seguir, no es un 90-60-90, es más que eso.   Es imposible pedir a un programa de diversión, que ilustre en ese tema. Y lo entiendo en parte ya que si uno quiere ilustrarse, pues debería ver un documentar y no “esto es guerra” o cualquier otro programa de competencia física o cómico. Pero si no van a ser educativos, que al menos fomente valores. El concepto de belleza no lo dicen, pero si lo dejan entrever cuando contratan ex-misses y modelos. ¿Hay acaso alguna que destaque por otra cosa que no sea sólo su físico? Bueno, revisen sus respuestas a simples preguntas de historia. Que tal contraste con la puka, la cholita que ponen con un dejo al hablar, regordeta, enamorada eterna de un tipo que nunca le hará caso y encima torpe. Si pues, ese es el concepto que nos dan de la chola peruana en esos programas.

 

La otra chola que se ve en la televisión es La chola Chabuca, que por cierto no es una dama, es un drag queen versión peruana. Personaje pícaro, que tampoco pronuncia bien el castellano y que encima, es varón.

 

La paisana Jacinta es la otra versión que tenemos de las cholas peruanas. Tiene sus detractores, pero también sus defensores acérrimos porque es la versión mal copiada del chavito mexicano, solo que en versión femenina: la pobre mujer que se mete en problemas por no entender bien el castellano. Pero su ingenuidad no es creíble debido a que su léxico está plagado de lisuras de alto calibre. ¿Acaso las cholas somos lisurientas, torpes de entender el castellano, sin dientes, sucias y con olor a queso? El programa fue concebido para entretener y discrepo de la presentación de su versión de chola peruana ya que yo soy chola también y jamás me sentiré identificada con ese personaje grotesco, caricaturesco y chabacano de mi misma. Lo malo es que está de moda lo grosero y ya hasta los niños identifican a una chola de esa forma. Y eso sí que para mí, es indignante ya nací y viví entre polleras. De mi abuela aprendí a tener el ego en alto y a no dejarme pisar el poncho jamás. De ellos aprendí  a tener respeto por la naturaleza ya que son nuestros hermanos. De ellos aprendí a amar las mulizas y huaynitos ya que eran mi música de cuna.

 
¿Qué? ¿Acaso no hay otras versiones de cholas? Si las hay. ¿Quién dijo que no? Tenemos a mujeres brillantes que no han tenido que recurrir a cambiar su apariencia, por el contrario, son mujeres admirables: tenemos a Magaly Solier, una gran actriz a la que Martha Chávez dijo que se victimiza por su origen étnico para tapar su pésima capacidad actoral. Claro, ella no es directora de teatro pero si ya Manuel Siles ha  aplaudido la gran versatilidad de Magaly.  Él, que acaba de dirigirla en “Extirpador de idolatrías”, película que ha sido nominada a 3 premios en el Festival Mundial.  Si nuestra madre de la patria Martha, duda de la capacidad de una chola ¿imaginen el concepto que tiene el resto de una chola?

Inés Melchor y Vilma Arizapana son otras mujeres aguerridas que han logrado éxito en el deporte. No en vano Inés está considerada entre las diez mejores fondistas de Latinoamérica.

En literatura, tenemos a la tacneña Giovanna Polarollo, poeta, guionista y ganadora de muchísimos premios por los guiones de varias películas como “No se lo digas a nadie”, “La boca del lobo” y de “Ojos que no ven”, y un sinfín de escritoras de provincia.

En música pero sobretodo en coraje para afrontar las vicisitudes que la vida les dio, destacan muchas como Edita Guerrero, Dina Paucar, Dámaris, Rosaluz la flor morena de la canción criolla, Eva Ayllón entre otras más.

La lista de mujeres que no destacan por su físico “estándar” es larga y me tomaría páginas enteras. Todas, todas ellas son mujeres ejemplo de vida. El arte, la inteligencia y el coraje, no tienen color ni raza.

 

Así que no es cierto cuando Beto Ortiz, dice que el personaje de la paisana Jacinta, es otro más que alude al cholito llorón y pobre. Si pues, el ilustre Beto hace referencia a Paco Yunque, al personaje más conocido por los niños. Pero el tema que trabajó Vallejo, fue el mostrar la injusticia en un contexto de nuestra historia en donde la discriminación no era tema importante. Su personaje, el que sufría de bullying me recordó a esos niños que fueron violados por un pollo a la brasa y que callaron la injusticia que sufrieron. Hasta cambiaron su versión. No, tampoco me refiero a él en un episodio de su vida. No pues, que no se alucine el Humberto Grieve. ¿La realidad supera la ficción no Beto? Y ¿Cómo puede creer que para crear un personaje sufrido, uno tiene que sufrir o alucinar? Para el que escribe, el trabajo de la palabra, representa un 99% y la inspiración solo un 1%. Siguiendo su hipótesis, él bien puede escribir sobre violaciones … de derechos digo. Yo también le recuerdo que el personaje que menciono, no existe, es producto solo de lo que escribo, que no se dé por aludido.

 

Entiendo el malestar de Hilaria Supa, pero nada se puede hacer si la vulgaridad vende, da rating. Y como todo programa, vive de lo que puede vender. La única forma de protestar: es cambiando de canal. Nada más simple que eso. Y haremos lo que le pasó al desaforado Mil disculpas: los mandaremos al cacho.

 

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