Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia
Magaly Vera
Erase una vez una reyna de corazones, dizque proveniente de la serranía que en época de campaña apoyo a un profesor con los lemas: Nueva constitución, no blindaje a los Kongresistas, adiós a las gollerías, viajes innecesarios etc. Pero apenas logró hacerse del puesto con triquiñuelas que apoyaron sus antes adversarios, pues se vio obligada a devolverles el favorcito.
Nada grave, apenas comprometer al TK, Jne, Defensor del llaqta y lo más grave: aniquilar la Sunedu ente que regia la calidad de las universidades. Ay de aquel que ose quejarse: los esperaba la cárcel con castigos que ni los malditos de Tren de Aragua tenían. Pero a los otros, a los que violaban literalmente, apenas les quitaba unos añitos para que no trabajen para el estado. Es que no eran faltas graves. Lo grave era sembrar dudas sobre su gobierno. Así que los castigados no eran los que hacían cocteles falsos donde generaban ingresos mayores a los de una teletón. Lo grave era si apoyabas a los puneños de mirda que atentaban contra la democracia. Esos eran los verdaderos terroristas peores que los senderistas de antaño. Obviamente desde su perspectiva, desde su lente deforme.
Si eras periodistas, pues
tenias que ponerte en un sitio donde las tomas de fotos no muestren su
deformidad, sino su áurea digitalizada en plataformas satelitales. Y a los Puneños, pues donde pareciera que atacan y no como víctimas,
sin importar si tuviesen niños. Total, ella era la versión Herodes del siglo
XXII.
Y encima tenía la concha de
decir que apoyará a la región del sur con proyectos de inversión llamada “Vamos
punche Puno”, luego que diese la orden de matarlos. Cierro los ojos y lo que
veo en ese capítulo posterior es un punche, pero como un derechazo a la faz de su lado
izquierdo. Mínimo ya que si ella los recibe con bombos(as), platillos y
efectos especiales, se merece lo mismo. No olvidemos que en el episodio anterior ella los difamó indicando que su ejercito personal había sido aniquilado por los temerarios del Sur, los famosos "ponchos rojos" con un arsenal de metralletas dum dum. Luego fue desmentida ya que se reveló que eran armas que al ser disparadas salían unos letreritos que decian dum dum y su ejercito murió, pero de risa por la semiótica que encerraba el mensaje.
En conferencias de prensa, salía
airosa porque un poco más y lloraba solidarizándose con los puneños. Pero
claro, sus dedos cruzados a la altura de su pompis y una sonrisa socarrona de
triunfo.
Cuando poco a poco se fue
revelando toda su oscura verdad: la prensa internacional la pintaba tal cual,
La corte interamericana de derechos humanos revelaba que su gobierno era una
vil dictadura, pues no le quedaba más que adelantar elecciones. Bueno eso era
un escenario optimista. Lo malo es que la hacia larga con la publicidad que
ponen en cada episodio.
Al final mismo Fuente ovejuna, los
puneños tomaron Limaymanta y la cabeza de la presi transitoria, voló. Pero voló
sólo a otro metaverso de la película china “Todo a la vez en todas partes” y es
que al igual que el mundo de Quantumania, lo malo y lo bueno están en constante
devenir y aparecen cada cierto periodo de tiempo.
Lamentablemente este tipo de cuentos data desde epocas inmemorables ya que son cíclicos.
No será raro verla en otro episodio de una película de Marvel como Dina Kang con un “to be continued…”.
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