viernes, 23 de diciembre de 2016

Certificados de Defensa Civil en San Juan de Lurigancho ¿con vigencia indeterminada? (20/12/2016)



Magaly Vera

Hace poco fuimos testigos de cómo un lugar que se suponía ultra, extra, súper seguro se incendió dejando como saldo:   cuatro muertos.  Lo que evidenció, que algo falla.

El primer culpable es la empresa misma por no cumplir con el reglamento que solicita Defensa Civil. Pero me refiero a lo que realmente uno debe de cumplir al margen de lo que solicite INDECI, desde el cableado entubado, los extintores en lugares visibles y accesibles, los pasillos despejados para  evacuación en casos de siniestro, el detector de humo operativo, la capacidad no rebasada, los planos de evacuación y rutas de acceso, los protocolos  etc. No, no solo se trata de que todo esté en orden para la foto del inspector, que solo se limita a darle una mirada. No, me refiero a que realmente se haya realizado los simulacros respectivos para tranquilidad de uno mismo.

El segundo culpable es INDECI, ya que una vez cumplidos los requisitos, este hace una visita de médico y deja un informe con los pendientes. Se cumple lo solicitado, se toma uno mismo la foto (según varios usuarios de San Juan de Lurigancho) y se deja  constancia de “haber cumplido” en mesa de partes de la Municipalidad. Y listo, se espera la Resolución que es indeterminada. Es decir, ya jamás te tomarás la molestia de hacer todo el trámite otra vez, menos en cumplirlo.

Supuestamente la Resolución te libra de multas para cuando hacen una inspección, pero no de responsabilidad cuando realmente ocurra un accidente como el de Larcomar. Ni qué decir de las visitas de los ingenieros, que se supone son para constatar que la empresa cumple lo que dicen sus papeles, pero ¡Oh sorpresa!, no siempre es así. Ya que todas, todas las empresas deben de tener pozo a tierra. Pero solo es cuestión de visitar cualquier restaurante de la Av. Próceres (salvo excepciones dignas de felicitar) o aledañas para percatarse que efectivamente tiene un sticker pegado al piso indicando que tienen pozo a tierra, pero ¡solo tiene el sticker!, no el pozo. Y eso solo es la parte visible, ni que decir de cómo este la cocina (con cables por doquier) o los protocolos. Lo mismo ocurre con las discotecas y demás empresas que he visitado. Sin ser ingeniero, uno se percata que empresas cumplen las mínimas formalidades para operar. Ya se imaginaran como operan las empresas constructoras; muchas de ellas obvian los protocolos incluso de seguridad (sus trabajadores no cumplen ni con ponerse el casco menos con otras indumentarias obligatorias) y hasta minimizan sus costos operativos colocando productos prohibidos en ciertas zonas. Por ejemplo: sabían que es el ladrillo king kong 18 huecos el reglamentario y no el pandereta, exceptuando ciertas zonas. Ni los mismos dueños de predios, lo cumplen.  Lo mismo que ocurre en Odebrecht ocurre en pequeño, las coimas para hacerse de la vista gorda, de seguro también ocurre aquí, solo que falta probarlo.



Es decir hay una cadena de responsables, pero al final todos le echan la culpa a la Municipalidad; cuando la responsabilidad recae también en uno como usuario. No olviden que hay un libro de reclamaciones para poner ahí una observación de la que penden muchas vidas futuras. No esperemos que ocurra aquí otra tragedia como la de Utopía o de Larcomar, para tomar conciencia de la importancia de trabajar en un lugar seguro.

No en vano el lema dice:

¡Defensa Civil somos todos!

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