domingo, 21 de febrero de 2016

El amor en tiempos del plagio (17/02/2016)

Magaly Vera

Las historias de amor siempre enternecen y este mes, el del amor ¿Cómo no tocar esos temas en plenas elecciones? Y es que llama la atención los matrimonios por conveniencia, servinakuys y hasta amores furtivos. Y hay de todo, hasta choques y fugas. Revisemos algunos:

1.       Alan y Lulú

Caricatura de Andrés Edery

Es una historia que me hace recordar el refrán “más me pegas, más te quiero”. Jamás hubiese imaginado esta unión civil (aunque el JNE nada dice de las irregularidades que encontró en esta unión y no mide con la misma vara el caso Guzmán) llena de antecedentes de violencia doméstica: ¿Quién no recuerda cuando Lulú llevo el caso de Alan por supuestos delitos de enriquecimiento ilícito y contra la fe pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos? Dele una revisadita al video que quedo como registro de ese amor-odio.



Tampoco podemos olvidar cuando Alan le cobro con intereses ese desdén, bautizándola como “la candidata de los ricos” hasta circuló billetes con el rostro de Lulú. Su estrategia de desprestigio a la que lideraba las encuestas, pegó. Famoso por hacer psicosociales, leyendas urbanas como el que le hizo a Nadine y Ollanta. Como bien decía él (en sus años mozos) que era capaz de bajar el dedo a quien él quisiese. Pese también a que la revista Poder lo ubicase en primer lugar como el político más influyente, algo falló en esa medición que  ahora ni con viagra ni flauta árabe puede levantar de su 5% de intención de voto, ni su matrimonio por conveniencia con Lulú. Los tiempos, las circunstancias (narcoindultos, fotos con burriers,  petroaudios, el baguazo, sobrinos procesados por narcotráficos, baterías y causas sospechosas etc.) y los electores, cambian. Quiso limpiarse el rostro con el de una política de trayectoria casi impecable (bueno carga lo de Cataño y alguno que otro habeas corpus para importar carros usados) como el de Lulú, pero en lugar de remontar, lo que hizo fue mancillarla. Al paso que van ni los gallos de Hart puede levantar a estos dos pesos pesados.
Un amor así nunca iba a funcionar porque pasada la etapa de enamoramiento, que es cortísimo, él volverá a arremeter contra ella. El zorro pierde el pelo, su vientre crece pero jamás pierde las mañas.

2.       César y Anel

Caricatura de Heduardo Rodríguez


Ella se ha caracterizado por ser una mujer que se enamora con facilidad (ha vestido camisetas de diferentes partidos: apoyo a Unión por el Perú, Perú posible, fue la cabeza visible del No a la revocatoria de Susana Villlarán). En esta oportunidad viste de riguroso blanco cual novia inmaculada y ahora es la vicepresidenta en la plancha electoral de Alianza por el Progreso. Ante las incisivas preguntas que le hacen por sus cambios constantes de partidos políticos, ella se limita a decir que siempre fue simpatizante nada más y esta, es la primera vez que es militante. Lo que más me llama la atención de esta mujer, es la pasión que pone al defender lo indefendibles de Acuña. Dicen que el primer síntoma del amor, es el embrutecimiento agudo, y ella llega a esos límites en donde pierde los sentidos. Tanto es así que canta “ciega sordo muda” de Shakira y sigue esperando que la Complutense de Madrid absuelva a su Cesitar de los plagios, copias o lo que sea que está en su diccionario personal. Ese que es el idioma del amor y que solo ellos decodifican y que nada tiene que ver con el del RAE. Por ese amor ciego ni ha leído la confesión anticipada de su amado de su delito, publicado en el diario La República; por ese amor ciego, solo ella puede creer que su amado (que  no puede leer bien menos afrontar preguntas acuciosas en una entrevista y que quizás por eso se corra de los debates y solo la envíe a ella como fiel escudera) es el co autor del libro “Política educativa. Conceptos, reflexiones y propuestas” de Otoniel Alvarado Oyarce, quien pese a ser el legitimo autor, ahora enfrenta una denuncia por difamación y calumnia. Felizmente Álvaro Ugaz, uno de los mejores abogados de nuestro país, está asumiendo la defensa del humilde profesor.
Esa flama intensa que consume a Anel es la que inspira la frase del mes:”Quédate con el que te defienda como Anel a Acuña”. Lo malo, es que pasada esta etapa intensa, le quedara un sabor amargo en la boca como el que le dejo Clinton a Mónica Lewinsky.

3.       Jorge y Verónika

Este amor sí que es sólido. Se basa en la confianza, en la serenidad que dan los años y los hijos. Ella de llegar a ser la primera presidenta, no tendría un esposo, sino un fiel y eterno amante y eso vale en la vida, más que un papel firmado. Como buena cuzqueña ha optado por el clásico servinacuy. Lo mejor de enamorarse de un músico, es que las serenatas van a ser constantes en el hogar y que mejor que una buena trova para susurrarle a su amada, lo mucho que la ama. Como bien pronostica Beto Ortiz, su casa será una extensión de una tómbola, que no es malo; al contrario, da envidia ajena.
El amor entre estos dos tortolos nació en una marcha popular, al fragor de las arengas, efectos especiales (bombas lacrimógenas, gases, humos etc.). Fue en ese escenario caótico donde se hizo el clic. Y si soportaron todos esos efectos, son a prueba de balas. Ni las sandeces de preguntas de algunos reporteritos sobre el sobrepeso de Vero, o las alucinantes y estúpidas de Mijael Garrido Lecca, lograran doblegar ese amor. Así que solo resta decir ¡viva el amor!




4.       Ollanta y Nadine

Caricatura de Andrés Edery

Este es otro de los ejemplos de amor y del bueno. Él un ex militar y ella, una comunicadora social, que dejo todo por el amor y el partido que fundó con su esposo. Por ese profundo amor de él hacia ella,  él fue bautizado como “cosito”, pero quien no desea un esposo así: que te lleve a donde él vaya, no importa que se equivoque de lugar (como en el Te Deum), o que le quite protagonismo (como en la visita a los Reyes de España) o incluso que transgreda normas de etiqueta social. Lo importante es que sean felices y coman perdices.
Este amor, también es a prueba de lengua largas de los suegros, de balas, de agendas delatoras de ingresos (curioso que nada digan de los cocteles ni de los extraordinarios ingresos estilo offshore de USA de Keiko, pero sigan investigando los ingresos del 2006 de las agendas), de leyendas urbanas creadas por Alan y varios etcéteras.
Cosito o no, lo cierto es que ella logro domar bien a su militar rebelde en manso palomo. Al menos que nos de la fórmula.

5.       Humberto y César

Caricatura de Andrés Edery

Este amor es igual al de Anel y César. Vaya que Cesitar levanta pasiones incluso en varones, pero claro no me refiero al amor lésbico, sino al fraternal, al de hermanos ya que Humberto no es otro que el pastor Lay. El mismo que es pastor de la Iglesia Cristiana y misionera mundial, el mismo que fue quien presidia la mesa de ética del congreso. Increíble pero cierto. Este amor también lo cegó, ya que al igual que Anel, está esperando que absuelvan al César. Quizás la frase de la Biblia que más le quedo grabada a este pastor es: “al César lo que es del César” y según César, todo es de él, desde el libro de Otoniel hasta el término Acuñar: “copiar una idea, libro o tesis y acuñarla como propia amparada en Resoluciones de la Universidad César Vallejo, firmadas por César Acuña”; y tiró al tacho de la basura los principios y mandamientos de la ley de Dios como “no robar”, “no mentir” y “no desear bienes ajenos”. Fue tanto el obnubilamiento que Humberto solo cree en el César, el resto, son nimiedades. Su frase: “Acuña, luego existo”. Como diría el padre Marititin ¡horror!

6.       Julio y Michelle

Esta parejita sí que es superada y moderna: él trabaja en su campaña presidencial y ella para la olla. Y no hay nada de malo en eso. Pero los envidiosos al instante lanzaron un: “¡qué vergüenza!” y tildaron a Guzmán de mantenido, y un poco mas era un gigoló americano. Pero, estamos en otros tiempos  y ellos se juraron amor en las buenas y en las malas. Inscrito o no, este amor ya paso la etapa de frenesí  y es ejemplo de lo que es relación de a dos, sin importar el credo (ella es judía), la raza (ella es americana y el peruano), la profesión (ella para la olla), sexo (creen en la paridad de género). No interesa lo que piense el resto, el mundo de él: es el de ella. Y así debe de ser.
Caricatura del Otorongo

7.       Mark y Keiko


Esto sí que es amor al chancho. Ella proviene de una familia llena de antecedentes policiales: el padre preso por delitos de lesa humanidad; la tía Julia en cuya casa vive, fue cómplice de muchas tropelías y es prófuga de la justicia; su tío Pedro y su tía Rosa también son prófugos de la justicia y así, la lista es larga. Él también proviene de una familia con antecedentes policiales: su padre fue encarcelado por evasión tributaria. Él no trabaja y ella tampoco. Eso no es invención mía, es la respuesta que da cuando se le pregunta “¿y cómo le hace para solventar tantos viajes al extranjero?”. Ver video de su insólita respuesta:



Ella inmediatamente responde que gracias al aporte de sus militantes. Y se le cree, ya que un solo coctel genera millones de ingresos. Así que son tal para cual. Si queréis seguir manteniendo el nivel de vida de esta parejita: voten por ellos, total, ya su padre pudo hacer lo que quiso con nuestro país; ahora, le toca a ella.




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