viernes, 25 de septiembre de 2015

El futuro de la izquierda para el 2016 (20/09/2015)


 
Magaly Vera
 
Definitivamente estamos en otros tiempos, en donde el antiimperialismo, el anticapitalismo y un montón de antis,  ya no son la premisa de los izquierdistas. Ahora han incluido la inversión privada, políticas público privadas, entre otros temas más liberales. No, no son las premisas de PPK que ahora es progresista, lo hemos visto en la gestión de Susana Villarán y en la cantidad de obras que realizó durante su gestión. Si la izquierda fue pintada por la derecha como el ogro que estatizaría todo, Humala sepultó esos temores. Y pese a todo, no lo han hecho tan mal, solo que el tema de inseguridad ciudadana está mermando todo lo que había ganado antes  de las agendas Nadine.
 
De una u otra forma estos dos personajes han logrado lo que las izquierdas radicales querían: gobernar, pero además han logrado despintarse del rojo y del discurso retrógrada que repetían constantemente contra ellos. Debe doler saber que la población no quiera esa forma de izquierda. Por eso Ollanta se movió de la izquierda de Chávez, al de Lula. Aunque ahora luego de lo de Odebrecht que mancilló varios gobiernos, hasta Alán se hará de la vista sueca con ellos. Es con ese nuevo discurso que la izquierda ha ganado en varios países latinoamericanos (Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay etc.) e incluso en USA donde la palabra izquierda era mala palabra, está resurgiendo con Bernie Sanders. Eso que significa, que la izquierda tiene aun una esperanza de volver al gobierno. Es por eso que desde antes que empezaran su gestión fueron bombardeados por todos los flancos.  Ollanta en su talón de Aquiles: su esposa y hasta ahora ya que pese a lo de sus agendas, la mujer sigue en la lid.  Noqueada varias veces, pero como Rocky, de pie en provincias. Las elecciones no se miden solo en Lima. Y eso bien que lo saben los que miden el poder. Por eso mismo me causa suspicacia que Alan supuestamente goce de poder político en Perú. De ser así, de tener esa seguridad en su ego no estaría creando leyendas urbanas como lo del poder hipnótico de Nadine, tampoco estaría temblando frente a Verónika Mendoza y metiéndola de taquito en las agendas de Nadine, no estaría lanzando frases hechas y datos estadísticos para hacernos creer que es un gran estadista. Tampoco estaría concediendo entrevistas para borrarse lo de los indultos. ¿Dónde está ese power que le atribuye la revista Semana económica?
 
Si antes Castañeda repetía inepta a Susana y hasta que ella era quien le hacía marketing, ahora los papeles se han invertido. Hasta ahora no puede abrir el túnel Santa Rosa, el bastión con el que golpeaba a la tía Susy, y hasta Patricia Juarez, la ve verde al gobernar en un nuevo escenario. Uno de sus tuit  la delata cansada antes de la batalla y eso que recién es el primer año. Ahora ellos hacen marketing de lo mal que gobierna la derecha pese a que recibieron un municipio con cifras en azul y con sendos premios internacionales.
 
Si pues, sus contrincantes tuvieron su oportunidad. Alán dos veces, lo hizo pésimo en la primera y la embarró en la segunda. Con lo que ha pasado en Grecia, y que nos recuerda su primer gobierno, pues imagino que pese a ese supuesto poder, tenga que verse obligado a dar un paso al costado. Pero el Apra sin Alan, no existe, así de simple. Keiko en cambio, pese a ser la primera dama de la dictadura, no puede despojarse de todo su pasado: de haber sido la cómplice en silencio de todo lo que ocurrió en nuestro país. Y por eso cada tuit que lanza, le sale por la culata. Solo recordemos lo del maltrato contra la mujer y el caso de su congresista Juan Díaz Dios ¿por qué ahora si es enemiga del maltrato y antes guardo silencio? Anecdótico verdad.
 
Otro dato curioso, piden que Verónika  Mendoza se deslinde de la dictadura de Venezuela (desde Pedro Salinas hasta Alditus Mariátegui), pero nada dicen cuando Keiko hace tratos con el presidente del Partido ComunistaChino, Zhao Leji. El mismo que está en contra de la libertad de expresión y que no se permita ni que accedan a google en su país, ni que decir de los derechos humanos. ¿Alguna prensa lanzó un grito de queja por esa cercanía con ese tipo de dictadura? No. Ahí lo dejo, saquen Uds. sus propias conclusiones.
 
La izquierda peruana debe aprovechar esa oportunidad: la de los malos recuerdos que tenemos de los de la derecha y de la izquierda radical, de la que no guardamos buenos recuerdos. La guerra interna nos trae a la memoria la muerte innecesaria de muchos de nuestros compatriotas. Quizás por eso, es que en épocas electorales aparecen pintas senderistas, solo para hacernos recordar los supuestos logros de los fujimoristas.  Pero no se le debe la pacificación de nuestro país a Alberto, sino al grupo GEIN.
 
Yo no concibo una izquierda unida, ya que tampoco estoy de acuerdo a que esas propuestas tan radicales y que en un nuevo contexto, sean la salvación. Creo en una izquierda moderna, pero también con nuevos rostros. Tampoco es irse al extremo de los viejos a la tumba; hay mucha sabiduría en los mayores. Pero ya pues, deben dejar la posta a las nuevas generaciones. ¿Acaso no hay jóvenes en la izquierda? Si los hay, solo que no les dan oportunidad. ¿Dónde quedan experiencias como la de Augusto Rey, Hernán Núñez, Marité Bustamante y un sinfín de jóvenes que lograron que la ley pulpín sea derogada? Incluso causó alboroto en el Club de Tobi izquierdista, el ingreso de una mujer joven como candidata a la presidencia. Que si bien ahora no supera el 1% en intención de voto, al menos es más de lo que conseguirá Yehude Simon, Gregorio Santos y Marco Arana juntos. En las últimas elecciones apenas llegaron al 2%.  ¿no es eso otro indicador a tomar en cuenta por los izquierdistas? Y no solo las izquierdas mueven sus fichas al centro, también lo hace la derecha en épocas de elecciones. De ambos extremos moderan su discurso. Pero no debería ser moda en esas circunstancias y solo para atraer al electorado.
 
La oportunidad de la izquierda está en ellos mismos, en modernizarse en todo sentido, no solo en el chip cerebral, sino también en la forma: apuesten por los jóvenes que tienen otra visión. Además serian un ejemplo en ese mundo donde cada candidato tiene partido con nombre propio y con elecciones fantasmas. Solo así lograrán avanzar y posicionarse el 2016.

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