lunes, 3 de noviembre de 2014

Perdió Susana, pero ¿ganó Lima? (15/10/2014)


 



Magaly Vera

Las encuestas de intención de voto daban como ganador a Castañeda con  un porcentaje que superaba ampliamente al resto de contrincantes, pese a que era un candidato cuestionado: Primero por el tema Comunicore, luego por cobrar doble sueldo y finalmente por licitar solamente con empresas internacionales, lo que no permite que las auditen hasta ahora. Es decir, todo lo contrario a la gestión de Susana cuya gestión ha ganado varios premios.

En el 2012:

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública. Categoría: Incidencia pública.

 

En 2013:

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública. Categoría: Transparencia y acceso a la información.

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública al Instituto Metropolitano de Lima  en la Categoría: Gestión ambiental efectiva.

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública a la Línea 1 del Metro de Lima en la categoría: Servicio de atención al ciudadano en entidades privadas que administran bienes públicos.

 

En el 2014:

·         Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión Pública Efectiva 2014, en la categoría ‘Coordinación Institucional’, organizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública en la categoría Consulta y participación ciudadana por “Educación para la participación y organización de la niñez de Lima Metropolitana”.

·         Premio a las buenas prácticas en Gestión pública en la categoría: Promoción de la cultura e identidad a SERPAR por “CREA LIMA: La Red de Centros Culturales de los Parques de Lima”.

·         El reconocimiento "Estándar BRT ORO" otorgado por el Institute for Transportation& Development Policy. Lo que nos permite ubicarnos dentro de la jerarquía de las mejores prácticas internacionales en un Sistema de Bus Rápido.

Además de los cuantiosos premios a su gestión, ha realizado el doble de obras que Castañeda en su primer gobierno.

¿Qué pasó entonces? ¿Por qué Lima le fue  ingrata? El electorado limeño no es impredecible. Son muchos los errores que cometió Susana y que explican porque le dieron la espalda esta vez:

Primero, y el más grave de todos: no tuvo buena comunicación con la población. De seguro luego se verá que es porque estuvo trabajando, pero entonces ¿por qué el apelativo de Lady Vaga? Como dijo Joseph Goebbels: “miente miente que algo quedará” y esa fue la estrategia usada contra ella. Todo su equipo no pudo contrarrestar ese apelativo por el que casi fue revocada. Es que los dos primeros años definitivamente eligió mal personal. Recién el tercer año puso el idóneo, pero ya la sensación de vaga había calado hondo. De nada sirvió incrementar personal en varias gerencias como la de participación vecinal.  Lima la apoyo en lo de la revocatoria, pero no le dio una tercera oportunidad.

Segundo, su alianza con Perú Posible. Un partido cuyo líder afronta una investigación fiscal por presunto enriquecimiento ilícito por las famosas compras inmobiliarias realizadas por su suegra y en donde cayó en diversas contradicciones que lo delataban como culpable; ya que cada versión que daba, solo aumentaba la desconfianza a sus argumentos por los peruanos. Susana de no tenerlos como aliados hubiese podido usar el slogan usado en su primera elección: los corruptos contra los no corruptos; por tener de un lado a los Fujimoristas y apristas; y del otro, personas sin tacha alguna. Pero con esas amistades peligrosas, difícil asociarlos. Fue hasta divertido ver en la entrevista con Beto Ortiz, como Augusto Rey intentaba limpiar un poco todo el lodo que traía consigo Pilar Freitas. Sí, la misma por la que marchó semanas antes en contra por la repartija del Tribunal Constitucional. Y hasta era cómico intentar hablar de la experiencia de Freitas  y Toledo en temas de gestión pública.  Ecoteva, la cruz que cargo Toledo estos últimos años no solo manchó su curricula, sino que casi lo sepulta políticamente. Aunque quien sabe. Si ganó Castañeda, García, cualquier cosa puede pasar el 2016.

Tercero, errores en la estrategia de marketing. No se puede comparar la estrategia de Favre con la de Xavier Domínguez. Favre ponía la nota humana, el otro solo vendía el producto. Ni siquiera se percató del gran detalle: nadie asociaba el Número 1 con Susana Villarán, ni por el tipo de letra ni por los colores, menos con la chalina verde. Fue muy tarde cuando se percataron de tremenda falla en el intento de reelección. Ni las iniciativas como las de la mamá de Ivo Dutra, en las que atacaba a Castañeda les generaron simpatizantes ya que solo victimizaban más a un candidato mudo.

Cuarto, la participación de Susana en los debates. En el primero paso desapercibida y en el segundo, no respondió la pregunta de Altuve, dejando a los televidentes un sabor de que ella también era corrupta. Fue Beto Ortiz, quien en una extensa entrevista, le permitió contestarla y Susana, recién ahí pudo aclarar la  y las preguntas dejadas al aire por Altuve. Porque no solo fue el tema del transporte, sino todo lo que ello significa: ella también es corrupta al firmar los contratos de Orión. Susana demoró en explicar que Orión tiene licitaciones en su provincia Callao, no en Lima. El gran triunfador de esa noche, definitivamente fue Enrique Cornejo quien se dio el lujo de dejar a Castañeda como improvisado y sin proyecto alguno para Lima. Susana en cambio trataba de  zafarse del apelativo de ociosa, perdiendo valioso tiempo en mostrar su estrategia para Lima. Los entretelones del debate mostraron a una Susana sola, sin asesores ni militantes que la apoyen y eso, también fue nefasto.

Quinto, un mal cálculo político en el inicio de operaciones del Corredor Azul. Por más que Gustavo Guerra con su voz aguda nos afirme que esa fue la estrategia. Considero que fue la peor fecha, ya que todo Lima se sintió atacada en su bolsillo y en el desconcierto por no saber las nuevas rutas. Nuevamente falló la comunicación y no tener un plan de contingencia para los alimentadores. A nadie en ninguna parte del mundo, le agrada que le pongan orden y sin plan alternativo. Y Lima respondió.

¿Somos electarados por elegir corruptos como nos ha bautizado Alditus Mariategui? No. Steven Lewitsky nos ilustra al indicar que los “peruanos no son estúpidos. Ni en Cajamarca ni en San Juan de Lurigancho. Ni siquiera en San Isidro (…) cada vez que se elige alguien que a él no le gusta (o sea con frecuencia)…”. Los peruanos muchas veces votamos con el hígado. A nadie le gusta que le ordenen la vida. Uno tiene derecho a vivir o sobrevivir como le dé la gana y claro, siempre dando la contra a lo establecido. Si nos dicen “prohibido botar basura”, pues justo ahí decidimos almacenar nuestros desechos. Lo mismo si ponen “no estacionar” o respetar un paradero. Susana definitivamente cometió ese error a puerta de las elecciones. Muchos e incluso Cornejo están a favor de la reforma del transporte, solo que con planificación y comunicación de las rutas alternas de todos los que quedaron fuera de esa licitación. O cree que es cómodo caminar cuadras de cuadras para encontrar bus para su casa. Hasta suena a mofa cuando indican que “caminar es bueno para la salud”. Claro, si quien lo dice tiene su propia movilidad.

Dudo que pese a este portón en la cara Susana desaparezca del escenario político. Su partido (si se puede llamar así a Fuerza social) según Sigifredo Velasquez  está trabajando con miras al 2016.

Ganó Castañeda, pero yo dudo que sea por un apoyo a su gestión, sino es respuesta a un desencanto por la política, cuyos líderes están en su mayoría purgando condena. Así que en un país donde reina la corrupción, donde un candidato  afirme con desfachatez que roba, que  “Sí efectivamente, pero lo que yo robé compartí con ustedes”, que ya parece otra versión de la película “Sin city”, elegir un corrupto: es simplemente poner una raya más al tigre y no se nota. Susana fue quien desentonó al decir que era honesta y hacía obra. Nadie a estas alturas puede creer que eso sea cierto porque la historia lo ha desmentido cada cuatro o cinco años.

Solo espero que esos reflectores que estuvieron enfocándola con lupa de aumento en cada paso u obra que hacia, con la misma intensidad y luminosidad las direccione a la nueva gestión que ya de antemano sabe que lo tildan como el político tradicional “que roba pero hace obra”.

Así que les dejo la pregunta ¿ganó Lima? solo lo podremos saber al finalizar su tercer mandato.

 

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