domingo, 16 de febrero de 2014

Indignación por discriminación racial en mi Huancayo (14/02/2014)



El Chivillo de los Andes
 
Magaly Vera

Entiendo que el futbol sea un deporte que despierte pasiones, chauvinismo, que enerve los ánimos y etc. etc. Pero nada justifica los insultos racistas que mis paisanos lanzaron contra el futbolista brasileño Paulo César Fonseca do Nasacimiento, conocido como “Tinga”.

 Lo que más me sorprende es que fue en Huancayo donde Ramón Castilla firmó el Decreto de la abolición de la esclavitud de los afros (05 de julio de 1854), documento que hasta ahora es fuente de investigación por diversas disciplinas: como texto literario, como discurso político, como posición ideológica, como testimonio de una época, como símbolo de un partido político, como principio ético de equidad etc. Pero para mí lo más importante es que fue un gran paso el que se dio en mi ciudad al reconocer a nuestros pares como seres humanos, con iguales derechos que el resto. Si hasta nuestra Eva genética es afro (no es broma). Quizás si lo hubiese sabido Hitler en ese entonces, no habría iniciado esa guerra estúpida que solo nos hizo retroceder en el tiempo y volvernos salvajes e imbéciles. Es increíble notar como en pleno S.XX aún hay personas que se creen superiores a otras, solo por tener un color de piel diferente.

Y me sigue sorprendiendo porque los Wankainos siempre nos hemos caracterizado por luchar contra la discriminación hacia nuestros rasgos andinos, tan ridiculizada en programas cómicos. Quien no recuerda la publicidad de telefónica, cuando salía una domestica hablando con un peculiar castellano e indicando ser  de ascendencia huancaína. Huancayo inicio una gran campaña para retirar ese spot publicitario y lo logró. El spot se modificó y al final la dama indicaba ser del centro. Pero si tanta chilla hicimos para retirar lo que ofendía a nuestra raza ¿Cómo un grupúsculo de personas innombrables ha logrado mancillar nuestro actuar? No sólo quedamos mal ante los hinchas, sino ante el mundo entero. Denle una revisadita a la prensa online: de todas partes se ha levantado una ola de protesta contra el racismo huancaíno.

Y Huancayo, no solo es de cetrinos, los hay de todas las sangres como en todo nuestro país. En Chongos Bajo por ejemplo predominan más descendientes de españoles, y de lo afro, pues tenemos incluso un “Chivillo de los Andes”, que canta como los dioses nuestras mulizas y Huaynitos.

No pues, soy huancaína, pero en este caso, levanto mi voz de protesta por tamaña insensatez y falta de respeto a nuestros hermanos brasileños. Y si revisan el mapa de nuestro gran imperio incaico, abarcaba gran parte de Brasil. Es decir, aceptaban otras culturas ¿Qué nos pasó ahora?

Va a ser gracioso en este contexto, escuchar a nuestro alcalde Dimas Aliaga, hablar en el congreso sobre las olas migratorias en Junín.

Como diría Condorito ¡Exijo una explicación!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario