lunes, 20 de agosto de 2012

Los jóvenes de San Juan de Lurigancho, no olvidan (13/08/2012)

Magaly Vera

La época de violencia sufrida por nuestro país, no ha sido olvidada por nuestros jóvenes. Nuestra memoria colectiva, esa que desean apagar como se apaga un chip al desconectarla, sigue intacta. Obviamente los jóvenes de ese entonces ahora son adultos y quizás muchos de ellos desean olvidar ese periodo de su vida, por lo traumático que fue. Pero todo pasado, toda experiencia, buena o mala, sirve de aprendizaje de vida. Nada de lo que somos es casual, todo es aprendido. Desde pequeños nos arrojan al mundo sin más protección que el instinto de supervivencia, ese que nuestros padres nos enseñan día a día. Pero ¿qué hay de los que se quedaron sin padres, sin familia alguna? No olvidemos que durante esos años desaparecieron pueblos enteros de nuestras serranías, Accomarca por ejemplo. Quien puede olvidar el salvajismo con el que actuaron el grupo paramilitar Colina, los movimientos Túpac Amaru y Sendero Luminoso, que dejaron niños desprotegidos y familias destruidas. Es difícil borrar eso de la memoria por más que ya no estén en los libros oficiales del colegio.

Ese periodo tan aciago, nos debe servir a los peruanos para evitar cometer los mismos errores.
¿Que aprendí yo de ese periodo tan terrible? Aprendí a reconocer a los que eran mis amigos: los que me acompañaron a huir y me protegían cuando la policía ingresaba a mi aula a golpearnos, solamente porque nos confundían con terroristas ¿Qué culpa teníamos que los mineros se hospedasen en nuestra Universidad y ahí estuviesen infiltrados? Aprendí que lo único que me sacaría de la miseria en la que vivía, era solamente mi esfuerzo y mis estudios, y no ingresar a ser un terrorista más que sólo veía la violencia como único medio para hacer un cambio en la sociedad. No me equivoque. Todos le decían a mis padres que ingresar a San Marcos, era fácil; pero que nunca saldría de ahí ya que todos terminan terroristas. Termine contra todo pronóstico mi carrera en 6 años (un año lo perdí por el terrorismo que anulo un año académico por inasistencia de los profesores, es que todos temían ya no regresar a sus casas vivos) y estudie la carrera más subversiva: literatura, por eso me emocione ver la memoria que guardan los jóvenes sobre esos años.
¿Quién dijo que el romanticismo ya no está actualizado? Estos jovencitos, me mostraron una imagen bucólica de esos años, pero también sueños frustrados, historias truncas, historias comunes que se repetían en todo el interior de nuestro país, historias como el nombre de la obra: Anónimas. Y pese a no tener la escenografía del Canout y otras ventajas; tuvieron el ingenio para mostrarme diversas técnicas en escena y con una música en vivo fabulosa, pero sobretodo acompañados por su vital energía. El final de cada una de sus obras, nos remitía a la reflexión por el significado de la vida y la muerte; no pudieron mostrar un final mejor ¡Qué sería de nosotros si viviéramos sin esas ilusiones! No me imagino un mundo así.

Nuestros jóvenes reconocen que el cambio es necesario, pero también reconocen que esa no fue la vía correcta. Eso me dice, que no somos un país en donde el voto depende del joven, pero del joven desilusionado, del joven que no sabe ni por quién votar, del joven que es seducido con facilidad por un Ppcuy, por el Facebook, por una canción reguetonera. No pues, no son jóvenes cojudos, son jóvenes que piensan, que razonan, que sienten y que enseñan.

 Sólo se escribir chicos, así que gracias por enseñarme a ver la vida con otros ojos, con los de la esperanza. Sin Ustedes jóvenes nuestro evento no hubiese sido lo que fue: una verdadera reconciliación.

Gracias a Teatro en Llamas, Kactus teatro circo, a Paratíteres, a Multident, al Colegio Bertolt Brech que siempre nos presta su local, a Vanessa Cantoral por su testimonio y a mi equipo de la redcult, mis amigos de aventuras culturales: Ángel Guzmán, Arturo Vásquez, Elmer García, Elmer López y Manuelito Flores. Nuestro encuentro tampoco fue casual.






Frontis del Colegio Bertolt Brech










Kactus Teatro Circo







Vanesa Cantoral




Teatro en Llamas










Paratíteres


No hay comentarios:

Publicar un comentario